Así lo comunicó hoy la Sala de Prensa de la Santa Sede luego de que el sábado, al inicio de la cuarta semana en el Policlínico Gemelli por una neumonía bilateral, el boletín médico indica que el Pontífice se encuentra en "una mejoría gradual y ligera", y por primera vez los médicos, que aún no han resuelto el pronóstico, hablan de una "buena respuesta a la terapia".
"Las condiciones clínicas del Santo Padre se han mantenido estables en los últimos días y, en consecuencia, demuestran una buena respuesta a la terapia", afirman en el boletín médico difundido dos días después del anterior, subrayando que "se observa, por tanto, una mejora gradual y ligera".
Francesco "siempre ha estado afebril", sin fiebre.
Además,
"los intercambios gaseosos han mejorado; la química sanguínea y
las pruebas hemocrocitométricas se confirman estables".
Los médicos, "para comprobar estas primeras mejoras en los
próximos días, mantienen prudentemente el pronóstico reservado".
Ayer por la mañana, mientras tanto, el Pontífice, "después
de recibir la Eucaristía, se reunió en oración en el interior de
la capilla del apartamento privado, mientras que por la tarde
alternó el descanso con las actividades laborales", informa la
Oficina de Prensa vaticana, que acompaña la actualización
clínica.
"Los médicos han subrayado una mejora ligera aunque
continua, pero mantienen reservado el pronóstico: siguen siendo
cautelosos con respecto al panorama general", señala el reporte,
confirmando entre otras cosas que "la administración de oxígeno
al Papa continúa hasta la tarde con flujos elevados con cánulas
nasales y por la noche con ventilación mecánica a través de la
máscara".
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