De hecho, en el marco del Año Santo 2025, por primera vez en un Jubileo, también habrá una jornada específica dedicada a la peregrinación de asociaciones comprometidas con no discriminar a los homosexuales y sus familias del resto de la comunidad católica.
Una primicia absoluta, aunque el viceprefecto del Dicasterio para la Evangelización y responsable de la organización del Jubileo, monseñor Rino Fisichella tiende a minimizar la importancia del acontecimiento fijado en el calendario jubilar para el 6 de septiembre de 2025: "Están en el calendario como muchos otros", afirma, pero, en línea con Francisco, asegura: "Todos son bienvenidos".
La iniciativa nació precisamente de la asociación Tenda di Gionata, fundada en marzo de 2018, por iniciativa del ya fallecido Don David Esposito, quien lanzó un "sueño", el de "nuestras comunidades cristianas para que supieran cómo "ampliar la tienda de campaña" (Isaías 54) para hacer espacio para que todos se conviertan cada vez más en santuarios de acogida y apoyo hacia las personas LGBT y hacia toda persona afectada por la discriminación".
En realidad, la propia Tenda di Gionata, con motivo de la JMJ de Lisboa, había denunciado "crímenes homofóbicos", e incluso la interrupción de una misa "arcoíris" por parte de grupos de "fanáticos reaccionarios".
En el contexto del Jubileo se espera que la música cambie.
La iniciativa, que habría sido bendecida no sólo por el Papa sino también por el presidente de la CEI, el cardenal Matteo Zuppi, encuentra el aplauso pero también la prudencia de otras asociaciones del mundo LGBT que no son de inspiración católica.
"Toda iniciativa destinada a recibir a las personas LGBTQIA+ y a superar los obstáculos que encuentran en el pleno ejercicio de sus derechos, incluidos los de vida espiritual -afirmó, por ejemplo, Gabriele Piazzoni, secretario general de Arcigay - sólo puede ser acogida por nosotros con aplausos y entusiasmo".
"Sin embargo, en tiempos en los que las narrativas muchas veces prevalecen sobre los hechos, no quisiéramos que esta historia prevalezca sobre las muchas evidencias que aún nos hablan de mundos religiosos, el mundo católico en este caso, hostil a las personas LGBTQIA+ y comprometido diariamente con la difusión de discursos y acciones de odio que afectan nuestras subjetividades".
El Movimiento Trans, por su parte, espera que "la peregrinación no sea sólo una fachada", ya que, aseguró Roberta Parigiani, secretaria política del Movimiento Identidad Trans, "el contraste y la apertura a la escucha deben ser un acto cotidiano".
Rosario Coco, presidenta de Gaynet, se hizo eco de ello: "A partir del Jubileo -ésta es su invitación- dejemos de lado la retórica de género y lleguemos a una posición clara contra las prácticas de conversión y la criminalización de la homosexualidad y de las personas trans en el mundo".
Sin embargo, la jornada del 6 de septiembre promete estar repleta de premisas.
Estará precedida por una vigilia por la tarde, al día siguiente se cruzará la Puerta Santa y luego una misa en la iglesia de Gesù, en pleno centro de Roma, donde ya, desde hace tiempo, está activo un servicio pastoral para las personas LGBT.
Los peregrinos serán recibidos aquí con sus padres, operadores y todos aquellos que gravitan hacia las asociaciones arcoíris que se unirán para continuar los momentos de reflexión y oración.
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