Máxima atención a los principales acontecimientos que atraerán a miles de fieles de todo el mundo, pero también refuerzos de los controles en la capital italiana por el Jubileo, desde el centro hasta la periferia, en las estaciones, en los aeropuertos y en el metro para bloquear a los carteristas. El plan de seguridad para el Jubileo cobra vida.
"Acogida, cortesía y rigor" serán las líneas estratégicas de la Jefatura de Policía de Roma. Desde hace semanas se mantienen reuniones con todos los organismos implicados, desde el Dicasterio para la Evangelización hasta la Prefectura, para desarrollar las medidas de seguridad de cara al Año Santo.
Los eventos más importantes estarán blindados.
Remediación, desactivación de bombas y controles con detectores de metales en la plaza. Además, se desplegarán dispositivos anti-drones suministrados a las fuerzas armadas y se estrenarán innovaciones estructurales como los pilotos disuasorios, torres de alta tensión retráctiles "anti-kamikazes" que actualmente se están instalando en puntos estratégicos en la zona cercana a la Plaza de San Pedro.
Una valiosa contribución procederá también de los "ojos electrónicos" que permitirán al Centro de Gestión de la Seguridad activo en la Sala de Operaciones de la Jefatura de Policía garantizar la coordinación de las fuerzas policiales y de todos los órganos implicados.
Además, se han activado canales de colaboración con la comunidad internacional para el intercambio de información. A los acontecimientos del Año Santo se unirán numerosos eventos cotidianos de gran importancia que involucrarán a las fuerzas policiales de la capital a lo largo de 2025.
Serán 34 actos jubilares que se superpondrán a otras iniciativas exigentes desde el punto de vista del orden público, como manifestaciones y partidos de fútbol.
Un ejemplo: el 5 de enero, cuando la ceremonia de apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Paolo coincidirá con el derbi de la tarde en el Olímpico; o el 1 de mayo, con el Jubileo de los Trabajadores que se celebrará simultáneamente con el tradicional concierto en Piazza San Giovanni.
Y mientras se espera la apertura de la Puerta Santa el 24 de diciembre en San Pedro, ya se ha realizado un maxi ejercicio organizado y coordinado por el prefecto de Roma, Lamberto Giannini.
Se simuló un incendio nocturno a bordo de un tren con varios heridos en la estación Ostiense, para probar la respuesta de todas las entidades involucradas. Mientras que en la Inmaculada Concepción se celebrará el primer "día de prueba" con la ceremonia habitual que también este año llevará al Papa a la Piazza di Spagna, en el corazón de la ciudad.
Para la ocasión, se activará la estructura jubilar para la gestión del orden público y la seguridad. De hecho, el 8 de diciembre se considera el comienzo de una cuenta atrás que terminará en Nochebuena, cuando se levantará el telón del Año Santo.
Mientras tanto, desde una perspectiva "amplia", la planificación de la seguridad se centrará en las basílicas del Jubileo y en el centro histórico, pero también en las zonas más periféricas de Roma, donde desde hace semanas se instalan unidades de control extraordinarias.
Estrechando el círculo, incluso en las estaciones de metro con mayor vocación turística, los servicios anti-carteristas de la policía y los carabineros se han intensificado con verdaderas patrullas que tienen por misión mezclarse con romanos y peregrinos en los vagones y en los andenes.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA