"El Papa nos escuchó y puede ayudarnos para que retornen aquellos que todavía están en Gaza".Confían en la intervención de Francisco los cinco ex rehenes israelíes luego del encuentro mantenido hoy en el Vaticano con el pontífice que prometió "rezar por ellos" y que "hará todo lo posible".
Existe dolor, desesperación, pero aun la esperanza en sus relatos. Un arcoíris de emociones invade la sala donde hoy Norberto Luois Har (71 años), Yelena Trufanov (50) y otros ex prisioneros Hamás, junto a algunos parientes de los secuestrados, se reunieron con la prensa italiana en la sede de la Unión de Comunidades Judías Italianas (UCEI), en Roma.
El suyo es un dolor sereno, medido en palabras y gestos, con una única petición: "un acuerdo" para la liberación de los otros 101 que aún están en manos de los terroristas. Se espera un entendimiento que llegue "pronto", también gracias a la acción de los distintos gobiernos, incluido Italia, o incluso "gracias a Biden o Trump", con el objetivo de "convencer a quienes necesitan ser convencidos".
"Dense prisa, antes de que llegue el invierno", instaron los ex rehenes, recordando el "infierno" vivido en los túneles, la "barbarie" y la "inhumanidad" de los milicianos de Hamás, que según Har fueron culpables también de violencia sexual y estupros contra "hombres y mujeres delante de niños pequeños".
Un drama vivido en primera persona y que resuena en los relatos, incluso de quienes recuerdan el encuentro con el ex jefe de Hamás, Yahya Sinwar, asesinado a mediados de octubre.
"Lo vimos un par de veces, de vez en cuando pasaba por nuestro túnel, una vez se detuvo y nos preguntó en hebreo cómo nos trataban" nuestros verdugos, recordó Yelena Troufanov. Sharon Lifschitz afirmó inclusive que su madre se había reunido cara a cara con el líder terrorista y le había preguntado el motivo de su gresto, "especialmente contra nosotros que somos pacifistas", sin recibir, sin embargo, respuesta alguna por parte de Sinwar.
"Pasaron ya 37 días desde que nos reunimos para conmemorar el ataque del 7 de octubre", explicó el embajador de Israel ante la Santa Sede, Yaron Sideman, que acompañó al grupo al Vaticano.
"Debemos traer a casa sanos y salvos a quienes todavía están retenidos en Gaza y debemos ganar esta guerra para vivir en un Estado judío sin que se cuestione su existencia", dijo el diplomático, y elogió el "extraordinario coraje" de los ex rehenes.
Entre los ex rehenes también existe una fuerte convicción de que la brutalidad de Hamás se debía al antisemitismo: "Todo esto no le habría sucedido a un estadounidense, ni a un chino, ni siquiera a un italiano", comentó Sharon Lifschitz, y explicó además que "no acepto las acciones de mi gobierno, y me manifiesto en las calles, siempre me toman por una agente del Estado de Israel".
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