"Los datos científicos de que disponemos no permiten más demoras y dejan claro que la preservación de la creación es una de las cuestiones más urgentes de nuestro tiempo. También debemos reconocer que está estrechamente vinculada a la preservación de la paz", dice el mensaje.
"Debemos actuar y vivir como miembros de una única familia que habita una misma aldea global interconectada", es el llamamiento del Papa, que pide respetar "el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas y de sus respectivas capacidades".
"Que esos principios guíen e inspiren el trabajo de estas semanas, que las responsabilidades históricas y presentes se conviertan en compromisos concretos y con visión de futuro, para que pueda surgir un Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado sobre Financiamiento Climático, uno de los temas más urgentes de esta Conferencia"; sostiene.
Para el Papa Francisco, "se deben buscar soluciones que no comprometan aún más la capacidad de desarrollo y adaptación de muchos países que ya están agobiados por una deuda económica paralizante". Por lo tanto, es "esencial buscar una nueva arquitectura financiera internacional que esté centrada en el ser humano, audaz, creativa y basada en los principios de equidad, justicia y solidaridad".
"Una nueva arquitectura financiera internacional que pueda realmente garantizar a todos los países, en particular a los más pobres y aquellos más vulnerables a los desastres climáticos, caminos de desarrollo tanto bajos en carbono como altamente compartidos que permitan a todos alcanzar su máximo potencial y que se respete su dignidad", agrega.
"Cuando se habla de financiación climática, es importante recordar que la deuda ecológica y la deuda externa son dos caras de una misma moneda que hipoteca el futuro", advierte el Pontífice.
Francisco recuerda que "contamos con los recursos humanos y tecnológicos para revertir la ruta y perseguir el círculo virtuoso de un desarrollo integral que sea verdaderamente humano e inclusivo", concluye el Papa.
Por su parte, el cardenal Parolin recordó a la prensa el llamamiento que hizo el Papa Francisco de cara al Jubileo de 2025, al pedir a las naciones más ricas "que reconozcan la gravedad de muchas de sus decisiones pasadas y decidan perdonar las deudas de los países que nunca podrán pagarlas".
Para el Papa Francisco, "más que una cuestión de generosidad, es una cuestión de justicia. Hoy se agrava aún más por una nueva forma de injusticia que reconocemos cada vez más, a saber, que existe una verdadera 'deuda ecológica', en particularmente entre el Norte y el Sur del mundo", sostuvo Parolin.
Esa deuda se suma "a desequilibrios comerciales con efectos sobre el medio ambiente y al uso desproporcionado de los recursos naturales por parte de algunos países durante largos períodos de tiempo", agregó el cardenal.
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