Hoy ha hecho un nuevo llamamiento por la paz, enumerando una lista de países en conflicto desde hace meses y expresando su espanto por los niños y mujeres masacrados en los últimos días.
"Recemos por la atormentada Ucrania, recemos por Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán del Sur y por todos los pueblos que sufren las guerras", dijo en el Ángelus.
Y reiteró que «la guerra es siempre una derrota, siempre. Y es innoble porque es el triunfo de la mentira, de la falsedad.
Se busca el máximo interés para uno mismo y el máximo daño para el adversario, pisoteando vidas humanas, el medio ambiente, las infraestructuras, todo. Y todo enmascarado con mentiras". Francisco lleva en el corazón los relatos de las víctimas civiles. "Los inocentes sufren: pienso en las 153 mujeres y niños masacrados en los últimos días en Gaza", dijo.
Su línea directa con la parroquia de la Franja es diaria, e incesantemente el Pontífice pide que se perdone la vida a personas que nada tienen que ver con la guerra, como dijo el pasado miércoles en la audiencia general. La estrategia para construir la paz no se limita a repetidos llamamientos. La diplomacia vaticana también trabaja incesantemente para desentrañar los numerosos conflictos en curso.
En días pasados, el secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, monseñor Richard Gallagher, participó en Canadá en la "Conferencia ministerial sobre la dimensión humana de la fórmula de paz de Ucrania".
En ese encuentro, reafirmó "el compromiso de la Santa Sede en favor de la repatriación de menores, militares y civiles ucranianos detenidos, instando a evitar cualquier instrumentalización de las cuestiones humanitarias», informó la Secretaría de Estado, «y a buscar siempre el bien de las víctimas".
Este tipo de asistencia humanitaria, solicitada por las propias autoridades ucranianas, fue entonces "el objetivo principal de la misión del cardenal Matteo Zuppi a Kiev y Moscú", agregó monseñor Gallagher.
De las guerras a las catástrofes naturales: el Papa ha renovado hoy en el Ángelus su cercanía a la Comunidad Valenciana afectada por una gravísima inundación. Y mañana, después de seis años, el Papa volverá al cementerio Laurentino de Roma para la conmemoración de los difuntos. El Pontífice, de hecho, había ido allí en 2018 y ese día, antes de la celebración eucarística, se había detenido en oración en el "Jardín de los Ángeles", una parte del cementerio donde están enterrados niños, incluso no nacidos.
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