El Papa lanza un nuevo llamamiento a la paz y menciona entre los países a la Palestina "torturada". Lo hace ante una plaza de San Pedro abarrotada celebrando la proclamación de catorce nuevos santos. Entre ellos se encuentran también los once mártires de Damasco, ocho franciscanos y tres laicos maronitas, que en 1860 fueron asesinados durante un asalto a su convento por parte de los drusos.
La plaza se llena de banderas libanesas para rendir homenaje a aquellos tres hermanos maronitas que no abandonaron a los franciscanos a pesar de arriesgar sus vidas. En el altar, celebrando con el Papa Francisco, están representantes de esa Iglesia de Medio Oriente que vive bajo las bombas: el cardenal patriarca de Jerusalén de los Latinos, Pierbattista Pizzaballa, y el patriarca maronita, el libanés Bechara Rai.
Han pasado más de ciento sesenta años desde esa masacre, pero el sufrimiento en el Medio Oriente sigue siendo el mismo.
"Seguimos orando por las poblaciones que sufren a causa de la guerra: la atormentada Palestina, Israel, el Líbano, la atormentada Ucrania, Sudán, Myanmar y todos los demás, e invocamos el don de la paz para todos", dijo el Papa en el Angelus al final de la misa en San Pedro.
A continuación, el Pontífice agradeció al presidente italiano, Sergio Mattarella, su presencia en la celebración.
El Jefe de Estado, junto al subsecretario de la Presidencia del Consejo, Alfredo Mantovano, encabezaron la delegación italiana, ya que entre los nuevos santos también hay dos italianos: el piamontés Giuseppe Allamano, fundador de los Misioneros de la Consolata, y la toscana Elena Guerra, fundadora de las Hermanas de Santa Zita.
Entre los beatos canonizados se encontraba también María Léonie Paradis, canadiense, fundadora de las Hermanitas de la Sagrada Familia. Partiendo de su ejemplo, el Papa subrayó en su homilía que el estilo cristiano es "servicio", no "poder", pero "muchas veces este pensamiento se da en la Iglesia: honor, poder".
El Papa Francisco también reiteró que el estilo de Dios para servir a los demás es "cercanía, compasión, ternura". Finalmente, un pensamiento sobre el día que la Iglesia dedica a las Misiones, incluso a los pueblos de la Amazonía.
"Hago un llamamiento a las autoridades políticas civiles para que garanticen la protección de estos pueblos y de sus derechos fundamentales y contra cualquier forma de explotación de su dignidad y de sus territorios", exhortó Jorge Bergoglio.
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