El Papa Francisco señala con el dedo los ataques del ejército israelí contra puestos de UNIFIL en el sur del Líbano, en los que también resultaron heridos miembros de las fuerzas de paz, y pide "que se respeten las fuerzas de paz de las Naciones Unidas".
Esta es una de las peticiones formuladas hoy por el Pontífice en el Angelus en un nuevo y largo llamamiento contra las guerras.
"Sigo con preocupación lo que sucede en Oriente Medio y pido una vez más un alto el fuego inmediato en todos los frentes - dijo Francisco -. Sigamos los caminos de la diplomacia y el diálogo para alcanzar la paz".
El Papa se dijo "cercano a todas las poblaciones implicadas, en Palestina, Israel y Líbano, donde pido que se respeten las fuerzas de paz de las Naciones Unidas".
"Rezo por todas las víctimas, por los desplazados, por los rehenes que espero sean liberados inmediatamente, y espero que este gran sufrimiento inútil, generado por el odio y la venganza, termine pronto", continuó Jorge Bergoglio.
"Hermanos y hermanas, la guerra es una ilusión, es una derrota, nunca traerá la paz, nunca traerá la seguridad, es una derrota para todos, especialmente para aquellos que se creen invencibles. Deténganse, por favor!", exhortó.
Pero la sentida invocación del Papa continuó: "Hago mi llamamiento para que los ucranianos no sean dejados morir de frío, para que cesen los ataques aéreos contra la población civil, que es siempre la más afectada. ¡Dejen de matar inocentes!".
Francisco recordó también que el próximo viernes, 18 de octubre, la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada promueve la iniciativa 'Un millón de niños rezan el Rosario por la paz en el mundo', y agradece "a todos los niños y niñas que participan".
"Nos unimos a ellos y encomendamos a la intercesión de Nuestra Señora - de la que hoy se conmemora el aniversario de su última aparición en Fátima - los atormentados Ucrania, Myanmar, Sudán y las demás poblaciones que sufren por la guerra y por toda forma de violencia y miseria", fue su invitación.
Al final del Angelus, también se recordó las trágicas condiciones en las que se encuentra Haití.
"Sigo la dramática situación en Haití, donde continúa la violencia contra la población, obligada a huir de sus hogares en busca de seguridad en otros lugares, dentro y fuera del país", subrayó el Papa.
"No olvidemos nunca a nuestros hermanos y hermanas haitianos", instó finalmente, pidiendo "a todos que recemos para que cesen todas las formas de violencia y, con el compromiso de la comunidad internacional, sigamos trabajando para construir la paz y la reconciliación en el país, defendiendo siempre la dignidad y los derechos de todos".
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