"Oremos por la paz. No olvidemos que la guerra es una derrota. No olvidemos a Palestina, a Israel, no olvidemos a la atormentada Ucrania, a Myanmar y a muchos lugares donde hay guerras, guerras feas. Que el Señor nos dé todo el corazón que busca la paz", dijo el pontífice.
El Papa, en la audiencia general, dirigió un pensamiento a "los niños, los jóvenes y los estudiantes que regresan a la escuela en estos días. Que el Señor los ayude a conservar su fe y a nutrirlos de ciencia para un futuro mejor, en el que la humanidad disfrute de la paz, de la fraternidad y de la tranquilidad", dijo al saludar a los fieles de habla árabe.
El Papa, al final de la audiencia general, rezó por las víctimas de las inundaciones en Europa.
"En los últimos días, fuertes lluvias torrenciales han azotado a Europa central y oriental, provocando víctimas, desaparecidos y grandes daños. En particular, Austria, Rumania La República Checa y Polonia deben afrontar las trágicas dificultades causadas por las inundaciones. Aseguro a todos mi cercanía - dijo Francisco -, rezando especialmente por quienes perdieron la vida y por sus familias. Agradezco y aliento a las comunidades católicas locales y alas otras organizaciones voluntarias por la ayuda y el socorro que nos están brindando".
El Papa, en la audiencia general, habló de su reciente viaje a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
"¡Doy gracias al Señor, que me permitió hacer como viejo Papa lo que me hubiera gustado hacer como joven jesuita! Porque allí quería ir como misionero", comentó.
"Una primera reflexión que surge espontáneamente después de este viaje es que al pensar en la Iglesia somos todavía demasiado eurocéntricos o, como dicen, 'occidentales'. En realidad, la Iglesia es mucho más grande que Roma, que Europa, es mucho más más grande, y también, me atrevo a decir, mucho más viva", señaló.
"Los niños son la riqueza de todas las naciones, incluso aquí en Europa", agregó sobre el viaje. Refiriéndose en particular a Timor Oriental, recordó: "Había un mar de niños, muchísimos, nunca olvidaré las sonrisas de los niños de esa patria".
Por último, recordó que "el próximo sábado 21 de septiembre se celebrará el Día Mundial del Alzheimer".
"Oremos para que la ciencia médica pueda ofrecer pronto perspectivas de cura para esta enfermedad y para que se activen cada vez más intervenciones apropiadas para apoyar a los pacientes y a sus familias", concluyó el Papa.
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