"El imperativo de renunciar a la guerra como medio para resolver los conflictos y establecer la justicia" fue uno de los puntos destacados por el papa Francisco durante la audiencia de esta mañana (hora local), en el Vaticano, con los participantes en el XV Encuentro promovido por la Red Internacional de Legisladores Católicos, que se realizaba en Frascati (Roma) del 22 al 25 de agosto.
Según el Pontífice, "la enorme capacidad destructiva de los armamentos contemporáneos hizo obsoletos los criterios tradicionales para limitar la guerra".
En muchos casos, "la distinción entre objetivos militares y civiles es cada vez más borrosa. Nuestras conciencias no pueden evitar conmoverse ante las escenas de muerte y destrucción que vemos ante nuestros ojos todos los días".
"Necesitamos escuchar el grito de los pobres, de las viudas y de los huérfanos de los que habla la Biblia, ver el abismo del mal que se encuentra en el corazón de la guerra y decidir por todos los medios elegir la paz", observó.
Al referirse al encuentro de los parlamentarios católicos, acompañado por el cardenal vienés Christoph Schoenborn, el Papa definió el tema de este año: "El mundo en guerra: crisis y conflictos permanentes".
"¿Qué significa para nosotros la situación actual?" de una "tercera guerra mundial librada poco a poco", que parece permanente e imparable, subrayó.
"La crisis actual amenaza gravemente los pacientes esfuerzos realizados por la comunidad internacional, especialmente a través de la diplomacia multilateral, para fomentar la cooperación para abordar las graves injusticias y los apremiantes desafíos sociales, económicos y ambientales que enfrenta la familia humana".
"¿Cuál es entonces la respuesta que se espera, no sólo de los legisladores, sino de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, particularmente aquellos inspirados por una visión evangélica de la unidad de la familia humana y su vocación de construir un mundo -para ¿Cultivar un jardín (véase Gén 2,15; Is 61,11)- caracterizado por la fraternidad, la justicia y la paz?", preguntó, indicando luego su tema de reflexión.
Además del "imperativo de renunciar a la guerra como medio para resolver los conflictos y establecer la justicia", en su encuentro en el Vaticano con la Red Internacional de Parlamentarios Católicos, el argentino Jorge Mario Bergoglio señaló "la necesidad de perseverancia y paciencia, la proverbial 'virtud de los fuertes', en proseguir el camino de la paz".
"Como cristianos -dijo-, reconocemos que las raíces del conflicto, de la fragmentación y de la desintegración de la sociedad deben buscarse en última instancia, como subrayó el Concilio Vaticano II, en un conflicto más profundo, presente en el corazón del hombre".
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