El Papa Francisco retomó hoy las tradicionales audiencias de los miércoles en el Vaticano y lanzó un nuevo llamado a la paz en Medio Oriente, donde dijo esperar que "el amor supere al odio".
"Sigo con gran preocupación la situación en Medio Oriente. Reitero mi llamamiento a todas las partes implicadas para que no amplíen el conflicto y cesen inmediatamente el fuego en todos los frentes, empezando por Gaza, donde la situación humanitaria es muy grave e insostenible", afirmó Francisco.
"Rezo para que la búsqueda sincera de la paz extinga las disputas, el amor supere el odio y la venganza sea desarmada por el perdón", agregó el Pontífice.
El Papa pidió a los asistentes a las audiencia a unirse "a mi oración también por la atormentada Ucrania, por Myanmar, por Sudán. Que estos pueblos tan sufridos por la guerra encuentren pronto la tan deseada paz".
Hoy partirán camiones desde la basílica ucraniana de Santa Sofía, en Roma, con alimentos, ropa y medicinas para la población "atormentada", como siempre dice el propio Papa Francisco, por la guerra. En particular, esta vez se enviarán cajas que contengan atún, un alimento de larga duración.
Una vez más es la Oficina de Caridad Apostólica, dirigida por el cardenal Konrad Krajewski, la encargada de enviar y distribuir estos aportes del Pontífice a Ucrania.
También hoy, al recibir a la comunidad afgana residente en Italia, Francisco advirtió que "no se puede, en nombre de Dios, fomentar el desprecio del otro, el odio y la violencia".
"Los animo, por tanto, a continuar en su noble empeño de promover la armonía religiosa y a trabajar para superar las incomprensiones entre las diferentes religiones, con el fin de construir un camino de diálogo confiado y de paz", pidió el Papa a los afganos.
"No es un camino fácil, advirtió, y a veces se sufre reveses, pero es el único posible, que hay que recorrer con tenacidad y constancia, si de verdad se quiere hacer el bien a la comunidad y favorecer la paz".
El Papa recordó después su visita a la República Centroafricana en 2015, cuando con el imán rezó en la mezquita, y el Documento sobre la fraternidad humana firmado con el Gran Iman de Al-Azhar en 2019 Francisco subrayó que "el factor religioso, por su propia naturaleza, debería ayudar a suavizar la dureza de los contrastes, debería crear el espacio para que a todos se les concedan plenos derechos de ciudadanía en pie de igualdad y sin discriminación".
"Sin embargo, reconoció, muchas veces la religión es manipulada e instrumentalizada, y acaba sirviendo a designios que no son compatibles con ella. En esos casos, la religión se convierte en un factor de enfrentamiento y odio, que puede desembocar en actos violentos".
"Y lo hemos visto algunas veces. Recuerdo haberlo visto en las noticias, con cuánta dureza, con cuánto dolor", concluyó Francisco, con un pedido final por la igual de las mujeres en países como Afganistán y Pakistán.
"Unamos nuestros esfuerzos y nuestras oraciones para que se elimine la discriminación étnica en las regiones de Pakistán y Afganistán, especialmente la discriminación contra las mujeres", concluyó.
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