(ANSA) CIUDAD DEL VATICANO - "En el pensamiento que rodea la fiesta de Pascua, recordemos en nuestra mente y en nuestro corazón el sufrimiento de los enfermos, de los pobres y de los marginados, recordando también a las víctimas inocentes de la guerra, cómo Cristo, con su resurrección, concede la paz y consuelo para todos".
Así afirmó hoy el Papa en la audiencia general de los miércoles, al saludar a los fieles de lengua árabe.
"Oremos por la paz: que el Señor nos dé paz en la atormentada Ucrania que está sufriendo tanto bajo los bombardeos. También en Israel y Palestina: que tenga paz en Tierra Santa. Que el Señor nos dé la paz a todos como regalo de su Pascua", agregó.
Por otra parte, el Vaticano divulgó hoy una carta que Francisco envió a los católicos de Tierra Santa en la que les asegura que "los llevo en mi corazón y estoy cerca de todos ustedes".
"No están solos, no los dejaremos solos, permaneceremos solidarios con ustedes mediante la oración y la caridad activa, esperando poder volver pronto a ustedes como peregrinos, mirarlos a los ojos y abrazarlos, para partir el pan de la fraternidad y contemplar esos retoños de esperanza nacidos de sus semillas, esparcidos con dolor y cultivados con paciencia", escribe el Papa.
En la carta a los católicos de Tierra Santa, el Papa asegura: "He estado pensando y orando por ustedes todos los días, pero ahora, en vísperas de esta Pascua, que para ustedes tiene tanto de pasión y poco de resurrección, siento la necesidad de escribirles para decirles que los llevo en mi corazón".
"Estoy cerca de todos ustedes, en sus diversos ritos, queridos fieles católicos esparcidos por todo el territorio de la Tierra Santa: en particular a cuantos, en estas circunstancias, sufren más dolorosamente el absurdo drama de la guerra, de los niños a los que se les niega un futuro, de los que lloran y sufren, de los que sienten angustia y desconcierto".
"La Pascua, corazón de nuestra fe, es aún más significativa para ustedes, agrega Francisco, que la celebran en los lugares donde el Señor vivió, murió y resucitó: la historia e incluso la geografía de la salvación no existiría sin la Tierra que han habitado desde hace siglos, donde quieren permanecer y donde es bueno que puedan permanecer".
"Gracias por su testimonio de fe, gracias por la caridad que existe entre ustedes, gracias porque saben esperar contra toda esperanza".
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