Las monjas pertenecen a la Orden Benedictina de la Abadía de Santa Escolástica de la Victoria, provincia de Buenos Aires, de la Diócesis de San Isidro, y el Papa las había invitado con una carta manuscrita fechada el 1 de octubre que "aceptaron generosamente"".
El presidente de la Gobernación del Vaticano, el cardenal Fernando Vérgez Alzaga, recibió el miércoles a las monjas en el aeropuerto de Fiumicino, informa Vatican News.
Según lo establecido por el Papa, la Gobernación es responsable de todos los asuntos relacionados con Mater Ecclesiae. En Italia las monjas estuvieron acompañadas por la abadesa de Santa Scolastica di Victoria y otra monja en su apoyo.
Nada más llegar a Mater Ecclesiae, todas las monjas se dirigieron a la Gruta de Lourdes en los Jardines Vaticanos para cantar y orar delante de la estatua de la Virgen, copia de la efigie que se venera en Massabielle.
Desde ayer, pues, la Mater Ecclesiae ha vuelto a ser la residencia de las órdenes contemplativas, como deseaba Juan Pablo II, quien con el Breve 'La vida contemplativa' del 25 de marzo de 1994 erigió canónicamente un monasterio de religiosas en la Ciudad del Vaticano "para apoyar al Santo Padre en su preocupación diaria por toda la Iglesia, a través del ministerio de la oración, adoración, alabanza y reparación, siendo así una presencia orante en el silencio y la soledad".
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