La esperanza es ver algunos pasos concretos de cara a la Navidad. Su pensamiento está con Ucrania, con un nuevo Advenimiento bajo las bombas. Y luego con Tierra Santa destrozada por la guerra desde hace dos meses.
Por este motivo, el pontífice invitó a los fieles a seguir "rezando por las poblaciones que sufren a causa de la guerra.
Nos acercamos a la Navidad: ¿seremos capaces, con la ayuda de Dios, de dar pasos concretos hacia la paz?".
"Sabemos que no es fácil. Ciertos conflictos tienen profundas raíces históricas, pero también contamos con el testimonio de hombres y mujeres que han trabajado con sabiduría y paciencia por la coexistencia pacífica. Sigamos su ejemplo y hagamos todo lo posible para abordar y eliminar las causas de conflictos", dijo.
"Y mientras tanto, hablando de derechos humanos - agregó el Papa, recordando que hoy se cumple el 75º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos - hay que proteger a los civiles, los hospitales, los lugares de culto, liberar a los rehenes y garantizar la ayuda humanitaria".
"No olvidemos a los atormentados Ucrania, Palestina e Israel", pidió.
Los primeros pasos hacia la paz llegaron desde el Cáucaso: "Celebro la liberación de un número importante de prisioneros armenios y azerbaiyanos. Veo con gran esperanza este signo positivo para las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán y para la paz en el Cáucaso meridional y aliento a las partes y a sus líderes a concluir el tratado de paz lo antes posible", dijo Jorge Bergoglio durante la oración mariana en la Plaza de San Pedro.
Por tanto, la paz sigue siendo el tema subyacente de los discursos y llamamientos del Papa que, tras salir del período de bronquitis, mira ahora hacia las celebraciones navideñas. Entre los compromisos de esta semana está la misa del martes 12 de diciembre por la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, muy querida por todos los latinoamericanos.
A continuación se ingresa a la agenda de eventos que preceden cada año a la celebración de la Navidad. Y precisamente con esta festividad en mente, hoy en el Angelus el Papa invitó a volver a lo esencial, despojándose de lo superfluo y haciendo pausas en el silencio y la oración.
También llamó a "la sobriedad en los medios de comunicación y en las redes sociales".
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