La audiencia, la segunda dedicada a los argumentos de la defensa, duró apenas 35 minutos: las intervenciones tanto de Ruggio como del otro abogado, Giuseppe Di Sera. fueron muy breves.
Marogna responde a malversación de fondos por los 575.000 euros pagados mediante transferencia bancaria por la Secretaría de Estado a su empresa Logsic de Liubliana, por orden del cardenal Angelo Becciu, destinado a actividades humanitarias y de mediación, pero que según la fiscalía acabó en gran medida en gastos personales y suntuarios.
En la audiencia del pasado 26 de julio, el promotor de justicia Alessandro Diddi había pedido que la mujer fuera condenada a 4 años y 8 meses de prisión, además del decomiso de 575 mil euros.
En la apertura de la audiencia, el abogado Di Sera lamentó las violaciones de los principios del "justo proceso", en base a los cuatro "dictámenes" del Papa que cambiaron las normas sobre la marcha, pero el presidente Giuseppe Pignatone súbitamente lo interrumpió porque "acerca de las cuestiones preliminares, el tribunal ya decidió y eventualmente se puede impugnar la orden. Nos llevó tres meses, y si todos los defensores volvieran a plantear las mismas cuestiones, nos llevaría otros tres meses".
Di Sera recordó que las acusaciones a Marogna partieron de una notificación de la policía eslovena acerca del arribo a Logsic de transferencias de la Secretaria de Estado, "pero luego la Nunciatura apostólica hizo que ese dinero se convirtiera en fondos del IOR. De este modo se pasó por alto la Secretaría de Estado y el inicio de las investigaciones sobre Marogna es ilegítimo".
Di Sera protestó por la falta de acceso a los chats entre Diddi y Genoveffa Ciferri, amiga de monseñor Perlasca ("la fiscalía dispone de información que la defensa desconoce y ello vulnera nuestros derechos"). Mencionó las supuestas relaciones entre Marogna y los servicios italianos. Se queja de no haber podido volver a escuchar a Francesca Chaouqui sobre las relaciones entre Marogna y los servicios: "habría sido fundamental, porque nuestra clienta fue detenida en Italia y pasó 17 días en San Vittore". Y "su derecho fue vulnerado porque, estando también obligada a guardar secreto, nunca tuvo la libertad de declarar en este juicio".
Aún sobre el afirmado secretismo, el abogado Ruggio recordó que la mujer "pidió a la OTAN ser liberada y la OTAN permaneció en silencio. Luego preguntó al Vaticano, y el Vaticano también guardó silencio. Finalmente preguntó a Italia y hay una declaración del gobierno que, sin embargo, fue inmediatamente retirada del sitio." Además, según el abogado, el promotor de justicia "no ha demostrado nada en materia de malversación de fondos: no hay extractos bancarios, sólo hay una hoja de Excel que no prueba nada". Ruggio habló de "una manera de proceder con la picota", pero "no hay ni la más mínima prueba" sobre dónde fue a parar el dinero y cómo se produjo la malversación, y mucho menos "documentada".
"¿El Papa sabía? El Papa no podía no saber. En un estado como este, el Papa sabe todo", dijo, sin mencionar, sin embargo, la historia de la monja colombiana secuestrada por yihadistas en Mali y el supuesto trabajo de mediación de Marogna para liberarla.
El abogado Ruggio negó, en particular, tanto para Marogna como para Logsic, el carácter de "funcionario público", necesario para ser acusado de malversación de fondos, tanto más cuanto que el dinero llegó de la Secretaría de Estado "fuera del presupuesto", por lo que no puede ser atribuido al organismo.
"El promotor de justicia Diddi dijo que Cecilia Marogna era la 'mantenida' del cardenal -afirmó provocativamente-. Entonces, ¿Dónde está la malversación? Alguien robó dinero de la Secretaría de Estado, el dinero llegó legítimamente a Marogna a través de Logsic. ¿Cuáles fueron los acuerdos entre la Secretaría de Estado y el cardenal Becciu, y no se sabe cuál entre Becciu y Marogna".
"El cardenal expresó que la mujer tenía que devolver todo el dinero: pero entonces, ¿Qué acciones tomó para que esto sucediera? ¿Y qué hizo la Secretaría de Estado?, inquirió.
"Aquí sólo está la picota. Si el promotor de justicia decía que Marogna era la 'mantenida' del cardenal, entonces que la prensa internacional diga que Becciu 'mantenía' a Marogna", reiteró el abogado, antes de pasar a la conclusión pidiendo absolución "porque el hecho no constituye delito".
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