La situación que está provocando el aluvión de llegadas de migrantes a la isla de Lampedusa y otras zonas del sur de Italia es "una crueldad, una terrible falta de humanidad", dijo hoy el Papa Francisco en el viaje que lo llevó a Marsella, donde el sábado oficiará una misa por los migrantes desaparecidos en el Mediterráneo.
A quienes tratan de llegar a las cosas europeas, "los retienen en campos de concentración libios y luego los tiran por la borda", afirmó el Pontífice, observando la foto de una madre migrante con su hijo.
En Marsella, subrayó Francisco, "espero tener el coraje de decir todo lo que quiero decir".
En la ciudad francesa, donde fue recibido por la primera ministra Elisabeth Borne, el Papa participará en los Encuentros Mediterráneos.
Luego de una oración mariana con el clero diocesano en la basílica de Notre Dame de la Garde, Francisco visitará el Memorial de los marineros y migrantes muertos en el mar, donde presidirá un momento de oración, tras lo cual se trasladará al Arzobispado.
Mañana, Francisco oficiará una multitudinaria misa en el estadio Orange Velodrome, en el que se esperan miles de personas, a la que asistirá el presidente Emmanuel Macron.
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