Los organizadores estiman la presencia de un millón de jóvenes, y habrá que verificar si eso será efectivamente así, ya que la inscripción para la Jornada Mundial de la Juventud es actualmente mucho menor.
En el centro estará la fe, con todas las dudas y esperanzas de las nuevas generaciones, aún después del tsunami que ocasionó el Covid-19.
Pero no se trata sólo de "la juventud del Papa", como corean los jóvenes en todos los idiomas.
Es también la generación de Greta Thunberg y por eso la Jornada de Lisboa se presenta como la más sostenible de todas.
Además de los bebederos que sustituirán a las botellas de plástico y la medición diaria de la huella de carbono, la organización está dispuesta a plantar árboles para compensar los daños al medio ambiente que un evento de esta envergadura inevitablemente causará.
El Papa se prepara para partir mañana por la mañana hacia Lisboa.
Y hoy, con un tuit, encomendó a la Virgen a los jóvenes de la Jornada Mundial de la Juventud y de todo el mundo.
El cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, hizo saber que "el Santo Padre tiene muchas expectativas para esta próxima Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa".
La Iglesia está lidiando con capillas vacías y un descenso de vocaciones que parece imparable.
Y en Lisboa se puso en marcha una auténtica "Feria Vocacional" en la que los jóvenes tendrán la oportunidad de entrar en más de 150 "casas" de diferentes movimientos, asociaciones, comunidades, órdenes religiosas y proyectos sociales, "para que puedan llegar a conocer la variedad de carismas que componen el jardín maravilloso de la Iglesia", aseguraron los organizadores.
La Jornada Mundial de la Juventud estará bajo la bandera del clima, la tecnología, con el uso del metaverso en las reuniones, pero el tema más candente sigue siendo el de la paz.
Entre los miles de jóvenes hay también quinientos ucranianos y hoy el Jefe de la Iglesia greco-católica, Sviatoslav Shevchuk, invitó a todos a escucharlos: "Los jóvenes ucranianos quieren comunicar a toda la Iglesia católica lo que significa ser cristianos en tiempos de guerra".
"Compartir el dolor y los desafíos que enfrentan nuestros jóvenes será un momento precioso para sanar sus heridas", añadió.
También se espera en Lisboa unas decenas de jóvenes católicos de Rusia. No se excluye que el Papa pueda encontrarse con esas dos delegaciones.
Así como es probable, aunque no esté en el programa oficial, un encuentro entre el Pontífice y las víctimas de abusos.
Según un informe reciente, más de 4.800 menores de edad en Portugal fueron abusados ;;por sacerdotes en los últimos setenta años.
Por eso, están listo manifiestos para recordar este flagelo que, según las víctimas, la Iglesia portuguesa de alguna manera ha "silenciado".
Además de los encuentros de fe habrá momentos de arte y entretenimiento.
Y también llegó, inesperadamente, desde el mundo del deporte un vídeo del delantero del Milan Olivier Giroud, quien recuerda el papel de la fe en su vida, tan importante como el fútbol, ;;e invitó a los jóvenes a volverse "atletas de Dios".
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