(ANSA) - El cuaderno, el bolígrafo y la mirada son tres "elementos" del trabajo periodístico que, según el papa Francisco, "quizás se utilicen cada vez menos, pero que aún tienen mucho que enseñar".
El Pontífice lo dijo al recibir en audiencia a la delegación del Premio Internacional de Periodismo que lleva el nombre de Biagio Agnes.
Ahí mismo insistió en la necesidad de una "mirada atenta" para que broten palabras adecuadas que disipen las "sombras de un mundo cerrado y dividido", en el que ingresan las "fake news, la retórica belicosa o cualquier cosa que manipule la verdad". "El periodismo, como narración de la realidad, requiere la capacidad de ir donde nadie va: un movimiento y un deseo de ver.
Una curiosidad, una apertura, una pasión", recordó, citando su Mensaje para la 55ª Jornada Mundial de la Juventud de comunicaciones sociales, del 23 de enero de 2021.
"Esto también lo subraya el Jurado con el Premio Reportero de Guerra: una atención que, al contar la tragedia y el absurdo de los conflictos, hace que todos se sientan parte del mismo sufrimiento", observó Francisco.
"Escribir un hecho implica siempre un gran trabajo interior -dijo el Papa-. Reportar un hecho comporta siempre un gran trabajo interior. Se lo registra porque uno es testigo directo o porque una fuente, que se cree fidedigna, lo informa y luego se abre a la siguiente verificación. El cuaderno nos recuerda la importancia de escuchar, pero sobre todo de dejarnos traspasar por lo que sucede".
El periodista nunca es un contable de la historia, sino más bien, añadió, es una persona "que ha decidido vivir sus implicaciones con participación, con compasión".
También para el Papa, el bolígrafo ayuda a procesar el pensamiento, conectando la cabeza y las manos, fomentando los recuerdos y enlazando la memoria con el presente: "se toma el bolígrafo en la mano después de comprobar detalles, barajar hipótesis, reconstruir y cerciorarse de cada paso. En este tejido, inteligencia y conciencia actúan juntas, tocando las cuerdas existenciales de cada uno".
El principal elemento, a juicio del argentino Jorge Mario Bergoglio, es la mirada.
"Porque sin una mirada a la realidad, el cuaderno y el bolígrafo son meros accesorios. Pero una mirada real no sólo virtual. Sin distracciones".
"Hoy, más que antes, uno puede distraerse con palabras, imágenes y mensajes que contaminan la vida. Pensemos, por ejemplo, en el triste fenómeno de las fake news, la retórica belicosa o cualquier cosa que manipule la verdad".
El periodista debe tener una mirada atenta que favorezca el diálogo, dirigida desde el corazón, y desde ahí, que broten las palabras adecuadas para disipar sombras de "un mundo cerrado y dividido y construir una civilización mejor que la que hemos recibido".
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