El Papa está bien pero necesita "al menos un mes de convalecencia para que sus músculos abdominales se respeten un poco, para que cicatricen bien, para que pueda retomar todos sus compromisos de la mejor manera posible", afirmó hoy Sergio Alfieri, el cirujano que operó al Pontífice, en una entrevista con los medios vaticanos.
"La cirugía salió bien. Tengo preocupaciones por la salud del Papa? No, en el sentido de que el Santo Padre, en comparación con otros compañeros de 86 años, tiene un corazón perfecto, tiene análisis de sangre que muchos de cincuenta años envidiarían", subrayó el médico. Y acotó que "no tiene un parámetro fuera de lugar, ni siquiera uno: azúcar en sangre, colesterol, glóbulos blancos... Tiene un valor de hemoglobina excelente, no tiene ningún problema".
"El corazón está sano, nunca ha tenido problemas, los riñones funcionan muy bien, los pulmones funcionan bien", sin perjuicio del problema que tuvo en su juventud, pero "la preocupación que tengo es que se recupere bien y que quien esté a su alrededor este primer mes limite un poco los compromisos, no en general, pero sí los más pesados por lo que pueden ser los esfuerzos a nivel de la pared abdominal".
En cuanto al riesgo de recurrencia, Alfieri señala que "todas las enfermedades, ya sean quirúrgicas o no quirúrgicas, pueden tener una incidencia de recurrencia". Y como el Papa -acotó- "intervenido cuatro veces en la pared abdominal, donde luego intervinimos para reparar el defecto, así como que para solucionar el problema sub-oclusivo es importante que cicatrice muy bien, claramente es un muro debilitado por cuatro cirugías, entonces teóricamente es posible, pero si se observa la convalecencia adecuada, es poco probable ".
El Papa tenía el deseo de que el hospital no se detuviera para que "ningún paciente se quede atrás", acotó. "Y esto se pudo hacer, aquí en el Policlínico Gemelli: no se postergó ninguna cirugía, no se postergaron las consultas externas y pudo asegurarse a él la oferta de tratamiento, sin interferir con los demás pacientes", detalló Alfieri.
Luego, Alfieri también habló con Vatican News del encuentro entre el Papa y los niños enfermos: "Cada vez que viene aquí, va a visitarlos. Le envían mensajes, dibujos, y el Papa está muy emocionado. Es como un abuelo que recibe estos dibujos de sus nietos: ellos también les dan vida. Y cuando va allí es una gran fiesta. La vez anterior bautizó a un niño. Hoy creo que dio instrucciones para que un niño hiciera su Primera Comunión".
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