Así lo informó el sitio informativo vaticano Il Sismografo, el cual indicó, además, que los enviados del argentino Jorge Mario Bergoglio serían, por Kiev, el cardenal y arzobispo de Bolonia, Matteo Maria Zuppi, presidente de la CEI, y por Moscú el arzobispo Claudio Gugerotti, prefecto del dicasterio de Iglesias orientales y ex nuncio apostólico en Reino Unido, Ucrania, Bielorrusia y los países del Cáucaso Armenia, Georgia y Azerbaiyán.
A la espera de las confirmaciones oficiales, esa podría ser, por lo tanto, la modalidad de la "misión de paz" para Ucrania, anunciada por el mismo Papa el pasado 30 de abril durante el vuelo de regreso desde Budapest. Zuppi ya tiene experiencia en este campo: de hecho, ayudó a alcanzar un difícil acuerdo de paz, el firmado en 1992 para Mozambique con la Comunidad de Sant'Egidio, que puso fin a dieciséis años de guerra civil con un millón de muertos y cuatro millones de refugiados.
El cardenal, de hecho, mantuvo un largo, paciente y valiente diálogo con los beligerantes durante meses.
Zuppi, entonces un joven párroco auxiliar en Santa María en Trastevere, construyó ese lazo, que dio lugar al acuerdo histórico con el fundador de la Comunidad Andrea Riccardi.
Por su parte, Gugerotti cuenta con una larga carrera diplomática en la que pudo conocer bien esas tierras devastadas por la guerra, como Ucrania, pero también los países del Cáucaso.
Él entonces tiene muchos interlocutores, en ambos lados.
Y otro aspecto central es que el Prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, entre los varios idiomas que conoce, habla ruso.
Por lo tanto, el primero podría estar destinado a Kiev, el segundo a Moscú.
Sin embargo, todo permanece cubierto por el más absoluto secreto y no se excluye por el momento la implicación de otros altos representantes del Papa, en primer lugar la del Secretario para las Relaciones con los Estados, Monseñor Paul Richard Gallagher, quien estuvo en una misión en Ucrania en mayo de 2022 y recibió a Zelensky en el Vaticano el sábado pasado.
Y si la Santa Sede, también por la delicadeza del asunto, prefiere no comentar los rumores, lo que reitera oficialmente es que "seguirá poniendo de su parte", como dijo ayer el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin, hablando en el debate general del último día de la cumbre de jefes de estado y de gobierno del Consejo de Europa, en Reykjavik.
El objetivo sigue siendo el de lograr una "paz justa".
"Junto al papa Francisco debemos preguntarnos, junto con Ucrania, cómo crear la paz: no podemos aceptar pasivamente que la guerra de agresión continúe en ese país. Es el pueblo ucraniano el que está muriendo y sufriendo. Es hora de tomar iniciativas para crear una paz justa en Ucrania y en todas las llamadas zonas grises de Europa. Les garantizo que la Santa Sede seguirá haciendo su parte", aseguró Parolin.
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