El Papa Francisco afirmó hoy que el conocimiento puede salvar al mundo de la oscuridad del odio, al recibir en audiencia a una delegación de la Universidad Sulkhan-Saba Orbeliani de Tbilisi, Georgia.
"Hay necesidad de esta benéfica iluminación del saber, mientras se espesa en el mundo la oscuridad del odio, que muchas veces proviene del olvido y de la indiferencia, que muestran todo oscuro e indistinto, mientras que la cultura y la educación restauran la memoria del pasado e iluminan el presente", subrayó el Pontífice.
Ante la delegación de Tblisi, elogió la capacidad de Georgia para recuperarse incluso después de las invasiones extranjeras y mencionó las tierras georgianas aún bajo la influencia de Rusia.
"Queridos amigos, la historia de Georgia cuenta muchos pasajes de las tinieblas a la luz, porque su país siempre ha sabido capaz de levantarse y brillar, incluso cuando, en varias ocasiones a lo largo de los siglos, ha sufrido invasiones y dominaciones extranjeras".
"Y pienso en ese pedazo de tierra -añadió el Papa hablando a la ligera- que incluso les han quitado".
Luego, se refirió al pueblo de Georgia como "jovial y valiente, acogedor y enamorado de la vida", que "ha sabido cultivar, incluso en los momentos más oscuros, una actitud positiva, precisamente gracias a su fe y a su cultura".
"En esto el papel de la Iglesia católica es precioso, ha permitido fructíferas aperturas culturales que han beneficiado la historia del país", sostuvo.
Más tarde, el Papa ratificó su llamamiento por un servicio de salud que no excluya o discrimine a nadie. Reunido en el Vaticano con la Federación Italiana de Enfermedades Raras, el Francisco, en el discurso que les dirigió, subrayó que "la buena política también depende de la contribución de las asociaciones, que, en temas específicos, tienen el conocimiento necesario y la atención hacia las personas que corren el riesgo de ser desatendidas".
"He aquí el punto decisivo: no se trata de reclamar favores para la propia categoría, no es buena política, sino de luchar para que nadie quede excluido del servicio de salud, que nadie sea discriminado ni sancionado. Y esto a partir de una experiencia como la suya que tiene un fuerte riesgo de marginación", dijo dirigiéndose a la delegación.
El Papa también puso un ejemplo: "Realidades como la de ustedes pueden presionarnos para superar las barreras nacionales y comerciales, para compartir los resultados de la investigación científica, para poder alcanzar objetivos que hoy parecen muy lejanos".
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