Nosotros, como Trump, queremos la paz.
El nuevo rumbo
estadouniense abre grandes esperanzas para Europa. Trump puede
salvarnos".
Matteo Salvini está radiante mientras estrecha manos y se
toma selfies rodeado del afecto de los Patriotas europeos. Acaba
de recibir un premio húngaro en un teatro de Bruselas de manos
de Viktor Orban, el único primer ministro orgullosamente
soberanista que luchará contra el rearme de la UE mañana en el
Consejo Europeo de los 27.
Y además del premio, Salvini también recibió la ovación de
la élite de los Patriotas europeos, empezando por Marine Le Pen,
sentada en primera fila.
El viceprimer ministro recibió un premio que lleva el nombre
de Hunyadi János, un líder que ganó fama luchando contra los
turcos en Varna (1444) y Belgrado (1456), y luego fue regente
del Reino de Hungría (1446-1453).
Y es Orban quien inmediatamente compara a este héroe de la
historia húngara con el líder de la Liga Norte: "Ustedes son dos
guerreros en la misma batalla, usted también, Matteo -subrayó-
luchó para defender nuestras fronteras sagradas y nuestras
raíces cristianas de la invasión musulmana. Nosotros defendimos
la patria desde la tierra, usted desde el mar. Ustedes no
defienden un país, defienden la civilización. Por eso los
Patriotas dirigen nuestros dos países", añadió Orban entre
aplausos.
Y el viceprimer ministro devolvió los elogios: "Viktor, eres
un ejemplo, eres uno de los dirigentes más ilustrados, a pesar
de que la prensa diga lo contrario". Luego, en un clima de
recreación histórica, Salvini volvió a sus orígenes, citando uno
de los momentos fundacionales de la Liga Bossiana.
"La Liga Santa en Lepanto detuvo la invasión islámica, pero
ese peligro sigue ahí: basta de inmigración ilegal, no debemos
correr el riesgo -añadió entre aplausos- de convertirnos en
minoría en nuestras periferias".
Luego propuso a todos los Patriotas presentes confiar en un
santo mártir, el homónimo de quien traicionó a Jesús: "Quiero
recordar a san Judas, apóstol que fue martirizado en Persia. Es
el santo patrón de las causas difíciles, las que se consideran
perdidas: Bruselas necesita su influencia".
Finalmente, entre aplausos, lanzó un nuevo eslogan que
parafrasea las protestas de la juventud estadounidense de hace
unos años contra Wall Street y lo que entonces se llamaba el One
Perent.
"Ahora trabajamos juntos por "Occupy Bruselas'. Año tras año
seremos más y venceremos contra los extremistas de la guerra y
la invasión islámica".
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