Y el primer debate es precisamente sobre los instrumentos a implementar, en el centro de la cena informal entre los ministros del Ecofin, seguida de un intercambio sobre las reglas fiscales, es decir, sobre cómo usar la flexibilidad del Pacto.
El ministro italiano Giancarlo Giorgetti lleva a sus colegas de la UE la propuesta italiana, que no quiere definirse solo como una idea para la defensa, sino también para la seguridad y la protección.
Y sobre todo, busca catalizar las inversiones privadas: una "Iniciativa Europea para la Seguridad y la Innovación Industrial" es el nombre del documento presentado a los colegas por el ministro italiano.
Italia quiere llamar la atención para no centrarse únicamente en las intervenciones a través de nueva deuda para apoyar las inversiones en defensa.
Por un lado, porque considera que se necesita una visión de economías sostenibles a largo plazo y, por otro, porque es particularmente importante para países como Italia, comprometidos en un esfuerzo de reducción de su deuda.
La idea sería así la de fortalecer la participación de los Estados miembros en InvestEU, mejorando la eficacia de las garantías de la UE para atraer capitales privados.
Debería movilizar alrededor de 200 mil millones de inversiones privadas en los próximos 3-5 años, utilizando una garantía pública de 16,7 mil millones de euros, gracias a una estructura diferenciada entre los Estados miembros, la UE y el mercado.
En un desayuno antes del inicio de los trabajos el martes, se espera el debate sobre la activación de las cláusulas nacionales de salvaguardia previstas en el Pacto de Estabilidad para excluir los gastos en defensa de las normas de la UE sobre las cuentas públicas.
Las posiciones están más o menos claras: entre los frugales, contrarios a introducir demasiada flexibilidad, y Alemania, que ha abandonado la época del rigor y pide dar, como mínimo, un horizonte de diez años a las excepciones, apuntando a una reapertura del Pacto revisado hace solo un año.
"La Comisión de la UE no sugiere volver a revisar nuestras normas fiscales en esta etapa", explicó sin embargo el comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis.
Haría falta tiempo y,
para apoyar la defensa, "necesitamos reaccionar ahora".
Concretamente, el Ejecutivo comunitario debería formalizar
la propuesta sobre los financiamientos a la defensa como máximo
en pocas semanas, explicó el comisario europeo.
Además de lo ya indicado en el plan Rearm Europe, "estamos
examinando qué se puede hacer a través de la movilización con
capital privado.
Y no debemos olvidar la capacidad de préstamo,
que está presente en el MES (Mecanismo Europeo de Estabilidad),
ya que podría utilizarse también aquí", dijo Dombrovskis.
El gran escollo sigue siendo el de las subvenciones con
nueva deuda de la UE gracias a la emisión de eurobonos. Los
Países Bajos han vuelto a excluir esta hipótesis.
Alemania, en cambio, ha adoptado una posición más neutral,
declarándose "muy abierta" a la idea de una financiación común a
nivel de la UE, pero solo para "verdaderos proyectos europeos"
en el sector, explicó el ministro de Finanzas alemán, Jörg
Kukies.
Diferente, en cambio, es el discurso de Berlín sobre los
eurobonos para apoyar proyectos nacionales, porque no hacen más
que "aumentar la deuda a distribuir entre los países de la UE
sin incidir en la perspectiva de una defensa común europea".
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