"A pesar de los tiempos turbulentos empezamos a correr".
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aprovecha el hito simbólico de los 100 días desde que asumió el cargo (que en realidad se celebra el próximo martes) para elaborar un mini balance del trabajo realizado hasta ahora (resumen: "hemos mantenido el rumbo") y anticipar algunas nuevas medidas que vendrán.
ReArm Europe es un paso "histórico" -Giorgia Meloni tendrá que aceptar el nombre del plan porque "describe lo que está sucediendo"- y en materia de defensa "no se excluye nada", ni siquiera el recurso "a subvenciones" además de préstamos, en la línea del Recovery. Es demasiado pronto para hablar de ello.
La Comisión se centra ahora en traducir en actos legislativos lo propuesto en el plan, ya aprobado por los dirigentes. Básicamente la fase uno. Cada paso adicional (fase dos) vendrá más adelante.
El Eurogrupo se reúne mañana en Bruselas, al día siguiente del Ecofin. En estos lugares tendrá lugar una primera ronda de conversaciones para tratar la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, tal y como solicitó Berlín.
En la reunión informal de los ministros de Finanzas de la UE, que tendrá lugar el lunes por la noche durante la cena y el martes por la mañana durante el desayuno, antes del propio Consejo, "espero que hablemos tanto de soluciones de emergencia como de posibles soluciones a más largo plazo", precisó un funcionario europeo.
"El trabajo está en progreso." El ministro de Economía y Finanzas italiano, Giancarlo Giorgetti, presentará la solicitud italiana de utilizar Invest EU para garantizar intervenciones de defensa (es una de las hipótesis que se barajan, no la única).
La sensación ahora es que no hay tabúes y cuanto más maneja Washington el pico, más se mezcla en Bruselas el mortero para construir la defensa de la estrella azul.
Von der Leyen, al calificar a Estados Unidos como "aliado", aunque hay "diferencias de puntos de vista", admitió que "algo fundamental cambió, la democracia y el derecho están amenazados, todo se volvió transaccional, la acción que pedimos debe ser rápida".
El debate sobre los recursos parece haber comenzado ya, pero queda aún por afinar aquello de "comprar productos europeos" -ésta es la posición de París- para reforzar la soberanía europea.
Algunos países tradicionalmente vinculados a Estados Unidos, como Alemania, los Países Bajos e Italia, lograron moderar hasta ahora el chovinismo francés, pero el panorama está cambiando rápidamente.
Las inversiones en defensa van "un 80% fuera de la UE", afirmó von der Leyen, dando a entender que se trata de una situación que hay que corregir, para traer "empleos, habilidades, investigación y desarrollo" dentro de las fronteras europeas, en un sector de alto valor añadido, motor de transformaciones tecnológicas necesarias, especialmente en el doble uso.
En resumen, comenzó la reacción a "Estados Unidos primero".
La clave será principalmente el instrumento de 150.000 millones de euros, cuyo nombre en código es SAFE, o Acción de Seguridad para Europa, porque está diseñado específicamente para fomentar las compras conjuntas y la colaboración entre los estados europeos (así como con socios cercanos, como el Reino Unido y Noruega, con soluciones aún por encontrar).
Pero lo que hagan los capitales con su dinero, incluso si proviene del aumento de la deuda permitida por las derogaciones del Pacto, es asunto suyo. De esta manera, potencialmente podrán comprar productos estadounidenses.
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