El retroceso, tras tres años de retórica sobre la "reconquista", se produce cuando ahora hay filtraciones diarias sobre posibles treguas o acuerdos de paz, favorecidas por el clima en Washington.
"De hecho, estos territorios están ahora controlados por los rusos", afirmó el líder ucraniano en una entrevista con Le Parisien antes de volar a Bruselas para una serie de reuniones con líderes europeos.
En las últimas semanas, Zelensky había pronunciado un discurso similar sólo sobre Crimea, pero la noticia del día es la inclusión de Donbass.
"Podemos contar con la presión diplomática de la comunidad internacional para obligar a Vladimir Putin a sentarse a la mesa de negociaciones", explicó el presidente.
Y es precisamente en ese contexto que el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, organizó una mini cumbre con los accionistas mayoritarios de la seguridad europea y con el propio Zelensky, quien mañana participará en el Consejo Europeo.
El motivo oficial es "discutir el apoyo continuo a Ucrania, en particular en materia de defensa aérea".
Las invitaciones enviadas a los líderes de Francia, Alemania, Polonia, el Reino Unido, Italia y la Unión Europea (prácticamente el formato de Weimar Plus, ahora predominante) sirven a Rutte para hacer un balance del camino europeo hacia la paz, que posiblemente también podría incluir tropas sobre el terreno en Ucrania, con fuerzas de paz de estrella azul monitoreando el alto el fuego.
Además, se incluyó a Dinamarca -en representación de los países báltico-nórdicos- y Países Bajos, que representa al secretario general de la Alianza además de estar a la vanguardia en materia de ayuda militar.
El entorno, como era de esperar, es muy íntimo.
La reunión se celebró en la residencia privada de Rutte en Bruselas y la coordinación se llevó a cabo directamente entre las oficinas de los líderes.
"No se vio nada: ningún documento, ni siquiera una mención en el orden del día", confió una fuente diplomática aliada.
Sin embargo, no estuvieron dos pesos pesados ;;como Emmanuel Macron y Keir Starmer, representados por sus respectivos ministros de Asuntos Exteriores (el presidente francés mantuvo una reunión bilateral con Zelensky por la tarde pero luego tuvo que volar a Mayotte tras la devastación del huracán).
"Sin Macron y Starmer el debate sobre las tropas de mantenimiento de la paz ni siquiera puede empezar", explicó un alto responsable europeo, asegurando que, en cualquier caso, está muy lejos de estar maduro.
Rutte, por su parte, alzó las manos.
"Yo digo que hay que poner a Ucrania en una posición de fuerza para luego decidir cuándo y cómo iniciar negociaciones: si ahora empezamos a hablar entre nosotros sobre la forma que adoptará la paz, le haremos la vida muy fácil a los rusos, que serán relajarse, fumar un cigarro y seguir nuestro debate por televisión", afirmó, después del encuentro con el presidente lituano Gitanas Nauseda, subrayando, sin embargo, que "un cierto grado de debate es inevitable" en las democracias.
Una posición compartida por la Alta Representante de la UE, Kaja Kallas.
"Veo -declaró al llegar a la cumbre UE-Balcanes- que en Ucrania se desean soluciones rápidas, pero estamos en una situación en la que Rusia no quiere la paz y esto es un problema".
"Para encontrar una buena solución todavía tenemos que apoyar a Kiev", comentó. El cómo, cuánto, en qué medida y qué hacer si Estados Unidos retrocediera -o abriera repentinamente un canal de negociación con Putin- es lo que los europeos quieren entender y posiblemente acordar.
"Es muy importante aprovechar estos dos días en Bruselas para reunirnos con todos nuestros socios para que no estén divididos y tengan la misma posición común", comentó Zelensky.
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