Asesores técnicos del ejército norcoreano llegaron a la ciudad portuaria ucraniana de Mariupol, ocupada por Rusia en el sur, y a la región de Járkov.
En Mariupol, las unidades de Pyongyang permanecen separadas de las rusas a las que apoyan, mientras que en Járkov "se dividen en unidades que reúnen pequeños grupos en la línea del frente", se informó.
Las indicaciones, de hecho, provinieron de líderes militares ucranianos y citaron interceptaciones de radio que parecen confirmar la participación en la batalla de los soldados de Kim Jong-un junto a las tropas de Vladimir Putin.
Desde Kiev se recordó que, sobre el terreno, el avance reivindicado por Moscú es limitado mientras que en la región rusa de Kursk los militares ucranianos están decididos a permanecer.
Se trata de una región donde aproximadamente 11.000 tropas norcoreanas están desplegadas para apoyar al ejército ruso tras la ocupación de algunas zonas por los ucranianos y donde el ejército de Kiev está decidido a permanecer el tiempo que sea necesario.
O mejor dicho, "hasta que tenga sentido".
Fuentes del Estado Mayor ucraniano desviaron así el foco del tira y afloja militar con Moscú, manteniendo el punto en ese campo de batalla que se convirtió en emblemático de la guerra que se libra sobre el terreno desde hace meses, cediendo y ganando algunos metros por día, incluso ahora bajo la amenaza de los misiles hipersónicos rusos.
Actualmente las fuerzas ucranianas todavía controlan "unos 800 km2" en la región de Kursk, precisan los militares: "El territorio máximo que ocupamos en la región era de 1.376 km2, hoy son unos 800 km2", subrayaron, como demostrando resiliencia, de hecho, sobre el terreno.
Así, mientras Moscú anunciaba que conquistó otra aldea en la región oriental ucraniana de Donetsk, la de Novodmytryvka, en la zona de la ciudad de Khurakovo y que elevaba el número de asentamientos ocupados por rusos en la región durante la última semana a cinco, los jefes militares ucranianos intentaron restar importancia, afirmando, por ejemplo, que en el sector de Pokrovsk, centro logístico de la misma región, la situación "prácticamente no cambió en los últimos dos meses".
En general, según el Estado Mayor de Kiev, las tropas rusas avanzaron "200-300 metros por día" cerca de la ciudad industrial de Kurakhovo, uno de los puntos más calientes de la región.
Y también sobre la amenaza de los misiles, Ucrania intentaba reducir la alarma: según fuentes militares, Rusia sólo dispone de un "número limitado" de misiles balísticos hipersónicos Oreshnik, el que utilizó ayer Moscú en el ataque contra el Dniéper y que habla de la riesgo de "guerra global".
Pero el presidente ruso, Vladimir Putin, respondió rápidamente, afirmando que había ordenado su "producción en masa".
"Ningún sistema en el mundo es capaz de interceptarlo", aseguró el mandatario.
Hoy el Parlamento ucraniano cerró por temor a atentados en el corazón de la capital.
La Rada afirmó haber "anulado" la sesión debido a "signos de un riesgo creciente de ataques contra la sede gubernamental en los próximos días", explicaron varios diputados.
En el barrio del centro de Kiev, donde también se encuentran la presidencia, la sede del gobierno y el Banco Central, hasta ahora no se registraron bombardeos, pero ahora ya nada se da por sentado.
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