Pero los relatos oficiales describen un intercambio de opiniones duro ("franco", en el lenguaje diplomático usado por el Kremlin) que no parece dejar espacio a verdaderos resquiciios para el fin del conflicto bélico en Ucrania en el breve plazo.
La conversación fue dada a conocer tanto por Berlín como por Moscú, a diferencia de la de Trump y Putin que, según el Washington Post (WP), tuvo lugar dos días después de la votación en Estados Unidos, pero que fue desmentida por el Kremlin y no confirmada por el equipo del presidente electo.
En las últimas horas, entre otras cosas, Trump prometió que su administración trabajará "muy duro con Rusia y Ucrania" porque "deben parar". Mientras que el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dijo que está esperando las propuestas del magnate, aunque desconoce en qué consisten, porque "cuando un político dice que no está a favor de la guerra sino de la paz, merece atención en cualquier caso".
Putin y Scholz, por su parte, hablaron por primera vez, dos años después de la última llamada telefónica entre ellos, a comienzos de 2022. Como en aquel entonces, luego de la conversación, se anunció que los contactos continuarán, al menos entre los respectivos equipos.
Pero las partes dijeron que se mantenían firmes en sus posiciones. El gobierno alemán manifestó que el canciller instó a Rusia a retirar sus tropas y "estar dispuesta a negociar con Ucrania" para lograr "una paz justa y duradera". Scholz también subrayó "la determinación de Alemania de apoyar a Kiev durante el tiempo que sea necesario en su lucha defensiva contra la agresión rusa". Las mismas cosas dichas hace dos años, conforme lo anunciado públicamente.
Putin inmediatamente puso sus cartas sobre la mesa: un posible acuerdo para poner fin al conflicto debe "basarse en las nuevas realidades territoriales", es decir, en lo que Moscú logró hasta ahora. En realidad, más. El Kremlin recordó que Putin, en un discurso en el ministerio de Asuntos Exteriores, puso como condiciones para un alto el fuego la retirada de las fuerzas ucranianas de las cuatro regiones parcialmente ocupadas (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jérson) y el compromiso oficial de Kiev de no unirse a la OTAN.
Imposible saber si los dos políticos se limitaron a esto o si, en cambio, surgió una novedad. El contenido de la conversación fue explicado por Scholz a los socios europeos.
puntualizó Spiegel. En tanto, el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, expresó "satisfacción" por el hecho de que el canciller se contactó con Putin, pero subrayó que "no se puede decir que haya habido algunna coincidencia de opiniones".
El coloquio fue suficiente para alarmar a Volodimir Zelensky. A Scholz, que lo contactó antes de llamar a Putin, el presidente ucraniano dijo que con su iniciativa "ayudará al presidente ruso a reducir su aislamiento y, en última instancia, a continuar la guerra en Ucrania".
Los mismos conceptos expresados ;;por el ministerio de Asuntos Exteriores de Kiev según los cuales "son necesarias acciones concretas y fuertes contra Putin, no persuasiones e intentos de apaciguamiento, que ve como signos de debilidad y utiliza en su beneficio".
Zelensky se mostró más indulgente con Trump. Bajo su administración, dijo en una entrevista con Suspilne, "la guerra de Rusia contra Ucrania terminará antes, aunque no hay una fecha exacta". Además, añadió el líder ucraniano, se había desarrollado "una interacción constructiva" con el presidente electo, y reiteró que el magnate le habría pedido participar en las negociaciones con Rusia.
En tanto, los combates, y los bombardeos, continúan. La oficina del fiscal general de Kiev informó que una mujer de 35 años murió y diez personas quedaron heridas en un ataque aéreo ruso contra la ciudad portuaria de Odesa, la pasada noche. En vez, el ministerio ruso de Defensa anunció que las fuerzas de Moscú conquistaron otro pueblo en el este de Ucrania: Stepanovka, en la región de Donetsk.
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