"De cara al futuro, la inflación puede aumentar temporalmente en el cuarto trimestre de este año a medida que las fuertes caídas anteriores de los precios de la energía desaparezcan de las tasas anuales, pero los últimos acontecimientos fortalecen nuestra confianza en que la inflación volverá a alcanzar su objetivo de manera oportuna. Tendremos esto en cuenta en nuestra próxima reunión de política monetaria en octubre", deslizó, la ex capa del FMI Lo afirmó en su discurso en la audiencia del Parlamento Europeo, en la que subrayó que "las proyecciones de los expertos del BCE en septiembre prevén una inflación media del 2,5% en 2024, del 2,2% en 2025 y del 1,9% en 2026".
"Continuaremos siguiendo un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel apropiado y la duración del ajuste, centrándonos en las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la fuerza de la transmisión de la política monetaria", dijo Lagarde.
"Los tipos de referencia se mantendrán lo suficiente restrictivos durante el tiempo que sea necesario para lograr nuestro objetivo. No nos estamos comprometiendo de antemano con una trayectoria de tipos particular", amplió.
Sin embargo, el nivel "de algunos indicadores de encuestas sugiere que la recuperación enfrenta vientos en contra.
Esperamos que la recuperación se fortalezca con el tiempo, ya que el aumento de los ingresos reales debería permitir a los hogares consumir más", desgranó la funcionaria.
Así, la presidenta del BCE, precisó que "las últimas proyecciones de los expertos del BCE predicen un crecimiento económico del 0,8% en 2024, del 1,3% en 2025 y del 1,5% en 2026". "El mercado laboral sigue siendo resistente, con una tasa de desempleo del 6,4% en julio, esencialmente sin cambios en comparación con el año pasado. Al mismo tiempo, el crecimiento del empleo se desaceleró a solo el 0,2% en el segundo trimestre y los indicadores recientes apuntan a una mayor desaceleración en los próximos trimestres. Se espera que la tasa de desempleo se mantenga en torno al bajo nivel actual", detalló en su ponencia.
"Las fusiones bancarias transfronterizas son deseables", apuntó luego en la audiencia en el Parlamento Europeo. "No hago ninguna observación sobre fusiones específicas", subrayó.
"El mundo está cambiando rápidamente y Europa se está quedando atrás", enfatizó. Esa fue la alarma de Lagarde, en la audiencia con los legisladores: "El diagnóstico y la solución son claros: la UE debe unirse y afrontar los desafíos estructurales para aumentar su competitividad". Será necesario "impulsar la unión de los mercados de capitales" y "también serán necesarios esfuerzos significativos para fortalecer la resiliencia económica de Europa y descarbonizar la economía.
Esto requerirá inversiones sustanciales en los próximos años, que deben provenir tanto de fuentes públicas como privadas", subrayó.
"El progreso en estas áreas no solo mejorará la capacidad de Europa para resistir futuras crisis económicas, sino que también ayudará al BCE a mantener la estabilidad de precios", informó Lagarde. "Como observó una vez Jacques Chirac: 'La construcción de Europa es un arte. Es el arte de lo posible'", cerró.
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