Un ejecutivo, anunciado esta tarde por el secretario general del Eliseo, Alexis Kohler, compuesto por 39 ministros, entre ellos 17 titulares "con cartera". De ellos, 7 proceden del campo macroniano, 3 de los republicanos, 2 independientes de derecha, 2 centristas del MoDem, 1 independiente de izquierda, 1 Horizontes (el pequeño partido centrista del ex primer ministro Edouard Philippe) y 1 del grupo parlamentario Liot. "Un equipo, ahora en acción", escribió Michel Barnier en X, añadiendo las banderas de Francia y de la Unión Europea.
Entre los nombramientos más importantes de este nuevo gobierno, orientado más a la derecha que el anterior gobierno de Attal, se encuentra el "halcón" de los republicanos, paladín de la lucha contra la inmigración, Bruno Retailleau, en el Ministerio del Interior. Mientras que la izquierda, que volvió hoy a las calles para protestar contra un ejecutivo considerado "ilegítimo" tras los resultados electorales, vuelve a amenazar con una moción de censura y la Asamblea Nacional (RN) de Marine Le Pen se pone inmediatamente del lado de la oposición. ''Este gobierno no tiene futuro'', brama el secretario lepenista, Jordan Bardella, mientras Le Pen habla de un ejecutivo de "transición", "muy lejos del deseo de cambio" expresado por los franceses en las elecciones políticas anticipadas del 30 de junio y 7 de julio.
"Continuaremos preparándono para la gran alternancia que invocamos para permitir a Francia ponerse en pie", asegura la líder de la Llama Tricolor gala en el mensaje publicado en X tras el anuncio del gobierno de Barnier.
Emmanuel Macron reunirá el primer consejo de ministros el lunes a las 15 hora local ante la hostilidad de la oposición, de la izquierda a la Asamblea Nacional de Marine Le Pen, el camino hacia el nuevo gobierno está lleno de incógnitas y cuesta arriba. Al igual que los senderos de montaña tan apreciados por el ex negociador jefe de la UE para el Brexit, el saboyano Michel Barnier.
La llegada a la plaza Beauvau de Retailleau, hasta ahora líder del grupo de senadores Républicains, suscitó también irritación entre los propios macronianos y entre los aliados centristas del MoDem. Tanto más cuanto que es el único "peso pesado" de un ejecutivo formado por personalidades a menudo desconocidas para el gran público y al que Barnier no ha conseguido, como se esperaba inicialmente, incluir a miembros de la izquierda en rebelión. Otra personalidad controvertida por sus posiciones contra el matrimonio homosexual, Laurence Garien, inicialmente designado para el Ministerio de la Familia, ante el clamor suscitado en los últimos días en el propio campo presidencial (y entre los centristas) tendrá que conformarse con el papel de secretario de Estado de Consumo.
En el ministerio de Economía, el joven macroniano Antoine Armand sustituirá a Bruno Le Maire. El centrista moderado Jean-Noël Barrot, de 33 años, fue ascendido al ministerio de Europa y de Asuntos Exteriores. Una figura ligada a la izquierda, sin embargo, para la Justicia, que será dirigida por Didier Migaud, hasta ahora presidente de la Alta Autoridad de la Vida Pública. Sebastien Lecornu confirmado en Defensa y Rachida Dati en Cultura.
Del Presupuesto, en un contexto en el que las maniobras financieras parecen ser la prioridad número uno del nuevo gobierno en un país marcado por la deriva de las cuentas públicas, figura el ex diputado Laurent Saint-Martin, en directo contacto con Barnier. Entre las otras novedades, la diputada Renaissance, a Educación.
La portavoz del gobierno es otra macroniana, Maud Bregon, mientras que la centrista del MoDeM, Geneviève Darrieussecq, se convierte en ministra de Salud.
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