Según él, ella encarna un liderazgo "cuestionable" y centralizador y pidió en secreto a París la cabeza del francés para no tener que cargar otros cinco años con el peso de una relación que nunca floreció y que en los últimos meses se había reducido a lo mínimo.
Todos, se repite en Bruselas, sabían "desde hace mucho tiempo" que las cosas entre el escudero de Emmanuel Macron y la alemana "no funcionaban". Y, aunque el anuncio público del liberal fue recibido con cierta sorpresa, la hipótesis más acreditada es la de un movimiento planeado de acuerdo con el Elíseo.
La despedida con efecto inmediato del ya ex comisario de Mercado Único y Política Industrial de la UE, de 69 años y con una carrera entre el empresariado y la política, fue sellada con una carta abierta -publicada en X- con acusaciones de falta de transparencia a Von der Leyen, quien, en medio de las complejas negociaciones para formar su nuevo equipo, lo habría repudiado ofreciendo a Francia como moneda de "intercambio político" una cartera "más influyente".
Recuperado por Macron después del inesperado rechazo de Sylvie Goulard, el exministro de Economía de Jacques Chirac -conocido en su país por haber salvado France Telecom- llegó en diciembre de 2019 a Bruselas bajo la protección de París.
Macron, de acuerdo con la misma Von der Leyen, había asegurado su integridad a pesar de los temores de un posible conflicto de intereses alimentado por su papel al frente de Atos, la potencia francesa de las supercomputadoras.
Sin embargo, los dos nunca se quisieron. Las primeras tensiones surgieron durante la pandemia, cuando Breton en más de una ocasión robó protagonismo a la presidenta en la definición del plan para la producción y distribución de vacunas y mascarillas. Luego, el francés, según sus detractores, ocupó "cada vez más espacio".
Sin embargo, también es innegable para la líder alemana su papel protagonista en forjar una nueva política industrial para los Veintisiete ("la era de la ingenuidad ha terminado", fue uno de los mantras del parisino) y en mostrar los dientes a grandes potencias como Estados Unidos y China, y a las Big Tech, dominadas con las normas del paquete gemelo Digital Services Act-Digital Markets Act.
En los últimos meses, sin embargo, las relaciones se han desplomado. Entre críticas públicas a través de mensajes en X en plena campaña electoral, la censura por el opaco nombramiento -luego retirado por Von der Leyen- del alemán Markus Pieper como enviado de la UE para las pymes, y el intenso trabajo entre bastidores para apoyar el nombre de Mario Draghi a la cabeza de la Comisión Europea, Breton interrumpió toda comunicación con la alemana.
Hasta la advertencia preventiva contra las noticias falsas dirigida por el francés a Elon Musk antes del debate con Donald Trump, que una vez más enfureció a la presidenta.
Ahora, Von der Leyen tendrá "otro candidato" de París, escribió Breton poco antes de la designación de Stéphane Séjourné desde el Elíseo. Para él, en cambio, podrían reabrirse las puertas del gobierno francés encabezado por Michel Barnier.
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