Y ya porque Eslovenia aún no designó formalmente su candidato. El gobierno está bloqueado por una verdadera revuelta de la oposición en torno al nombre de Marta Kos, para la que no existe luz verde parlamentaria. La exdiplomática está en el punto de mira acusada de trabajar para una empresa de lobby y de haber formado parte de los servicios yugoslavos. Pero la presidenta de la Comisión Europea aumenta su presión para que el primer ministro esloveno, Robert Golob, formalice de todos modos la candidatura.
Von der Leyen pretende tener la nueva Comisión en funciones el 1 de diciembre. Para que esto suceda, la votación plenaria de todo el equipo tendrá que realizarse en el Plenario de noviembre. Y los tiempos son difíciles. Las sesiones, es decir, las audiencias de los comisarios in pectore, nunca serán tan largas como esta vez y serán objeto de feroces enfrentamientos políticos.
El riesgo de que uno o más "examinados" no pasen el visto bueno de las comisiones parlamentarias es muy alto. Socialistas, liberales y verdes intentarán por todos los medios avergonzar a los comisarios que von der Leyen indicó a pesar de su contrariedad, Raffaele Fitto en primer lugar.
En ese momento, sin embargo, se desencadenaría la réplica del PPE, dispuesto a subirse a las barricadas con candidatos no populares, sobre todo Teresa Ribera. La distribución de delegaciones y poderes se convirtió en un complejo rompecabezas. En este momento todavía estamos en la fase de incertidumbre, pero parece probable que la número uno del Palacio Berlaymont se mantenga firme en las seis vicepresidencias ejecutivas, incluida la de Fitto. Al ministro italiano, sin embargo, no se le asignaría Economía.
Los últimos rumores sugieren que la cartera, junto con la de reconstrucción de Ucrania, podría quedar en este punto en manos de otro vicepresidente, Valdis Dombrovskis. Pero el neerlandés Woepke Hoekstra, el irlandés Michael McGrath y el austriaco Magnus Brunner también parecen estar carrera. Fitto podría encargarse de la aplicación del PNRR y de la Cohesión, aunque en este último expediente tendrá que enfrentarse a las ambiciones del griego Apostolos Tzitzikostas, poderoso gobernador de Macedonia y vicepresidente del Comité de las Regiones. Sin embargo, los helenos podrían consolarse con la delegación en Transportes.
La cartera de Ribera también está en danza: el PPE no la querría a cargo de clima y transición, y los Verdes, en este caso, estarían de acuerdo.
En ese punto, a la ministra española le darían una delegación claramente poderosa, la de Competencia. Entre los candidatos considerados en ascenso se encuentra el checo Jozef Sikela, que parece destinado a la delegación de Comercio. La agricultura probablemente será asignada al luxemburgués Christophe Hansen, que resiste las presiones de los socialistas para un cambio de candidato en la zona de Cesarini con el Spitzenkandidat Nicolas Schmit.
El polaco Piotr Sarafin ocupa la primera posición en Presupuesto mientras que la delegación a Pesca podría acabar en manos de la portuguesa María Luis Albuquerque. La posición de Thierry Breton como vicepresidente ejecutivo responsable de Industria se consolida, si bien von der Leyen anunció un comisario ad hoc para Defensa. Los socialistas finalmente pudieron contentarse con una de sus peticiones: confiar los Asuntos Sociales y las Políticas de Vivienda a uno de sus exponentes.
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