Ante la "lentitud" de las decisiones occidentales sobre el uso de armas de largo alcance en Rusia, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, anunció, con orgullo, que la respuesta a la invasión es ahora "Made in Ukraine".
"Tal vez sea demasiado pronto para hablar de ello", pero "el primer misil balístico ucraniano fue probado con éxito", afirmó el presidente en una conferencia de prensa en Kiev mientras Rusia bombardeaba las ciudades ucranianas por segundo día consecutivo con misiles y drones.
A eso, por lo demás, Kiev respondió "utilizando F-16" proporcionados por la OTAN, reveló Zelensky.
Mientras, el ejército ucraniano sigue reivindicando éxitos en la región rusa de Kursk, donde, sin embargo, aumentaban los temores sobre el riesgo de un cataclismo atómico: el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), el argentino Rafael Grossi, evocó, de hecho, el "peligro de una accidente nuclear" al visitar la central eléctrica de Kursk.
Ahí mismo, dijo haber "visto rastros de ataques con drones" en el territorio de la central y reiteró su llamamiento a las partes para que no conviertan la central en un objetivo militar.
Desde los primeros días de las operaciones ucranianas a través de la frontera, Kiev afirmó que actúa sin poner en peligro la seguridad de la central nuclear mientras continúa su avance: así, según el comandante de las Fuerzas Armadas, Oleksandr Syrsky, las fuerzas de Kiev controlan ahora 1.294 kilómetros cuadrados y 100 asentamientos, además de haber capturado 594 soldados rusos en Kursk.
A primera hora del martes, los canales rusos Telegram informaron de una incursión de soldados ucranianos también en la vecina región de Belgorod: "Según el Ministerio de Defensa ruso, la situación en la frontera sigue siendo difícil, pero controlable", aseveró el gobernador de la región rusa, Vyacheslav Gladkov.
El funcionario, asimismo, reportó sobre bombardeos ucranianos en las localidades de la región.
El objetivo declarado de Zelensky para las operaciones transfronterizas es crear una zona de contención para protegerse de los ataques de las regiones rusas en la frontera, así como desviar a los soldados enemigos del Donbás.
Pero al mandatario ucraniano le gustaría poder hacer más, porque Rusia sigue atacando duramente: efectivamente, al menos cinco personas murieron en las ofensivas masivas de Moscú en clara represalia por las operaciones en Kursk.
Un hotel en Kryvyi Rih, la ciudad natal del presidente ucraniano, fue arrasado y se informó de atentados con bombas en Jersón, Zaporiyia y otras regiones. Los ataques se están volviendo masivos, y para defenderse, Zelensky sigue pidiendo a los aliados que suelten las riendas para utilizar armas occidentales de largo alcance dentro del territorio ruso: "No quieren hablar de eso, yo sigo sacando a relucir el tema.
"Los Juegos Olímpicos terminaron, pero el ping pong sigue ahí", afirmó el presidente, quien, mientras tanto, celebra los progresos de su industria de defensa: el anuncio del éxito en la prueba de un nuevo misil balístico ucraniano se produce después de que, hace unos días, Zelensky había revelado al mundo el uso en combate del nuevo misil no tripulado de largo alcance de Kiev, el Palianytsia.
Según el líder ucraniano, Ucrania también tiene capacidad para producir entre 1,5 y 2 millones de drones al año, pero "no tiene los fondos" para hacerlo.
Otro ataque más a los aliados occidentales, a quienes pide más para ser más eficaces sobre el terreno.
Con el objetivo -implícito- de sentarse más cómodamente en una mesa de negociación con Moscú, lo que sigue siendo una sugerencia mientras las dos partes se muestran inamovibles en sus posturas y Rusia, en particular, descartó querer dialogar con Kiev tras la incursión en sus territorios.
En el frente diplomático, los próximos meses serán cruciales: Zelensky anunció que presentará un plan sobre cómo pretende poner fin a la guerra a los candidatos presidenciales estadounidenses Kamala Harris y Donald Trump, así como al presidente Biden.
Un plan que incluía la incursión en Kursk y que también contempla medidas en el frente diplomático y económico, según Zelensky.
Mientras, el trabajo continúa: después del viaje a Kiev, el premier indio, Narendra Modi mantuvo una conversación telefónica con el presidente ruso, Vladimir Putin, con quien el primer ministro indio "compartió información" sobre su viaje a Ucrania.
Además, el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, aterrizó en Beijing por invitación del jefe de la diplomacia china, Wang Yi.
Ucrania es uno de los temas centrales de la misión.
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