El servicio es visible tanto en las redes sociales de los periodistas, como en el de Tg1, en un post explica: "Durante ocho días el ejército ucraniano ingresó en territorio ruso.
Zelensky reivindica, Moscú sostiene haber frenado a Kiev. El equipo del Tg1 logró cruzar la frontera con nuestra corresponsal Stefania Battistini. Esto es lo que encontró." De acuerdo con Baza los dos periodistas corren el riesgo de "un proceso penal en virtud del artículo 322 del Código Penal de la Federación Rusa por cruce ilegal del confín del Estado".
En relación con los dos periodistas que ahora volvieron a Ucrania, se dispara la solidaridad de la política y de grupo, a partir de la Orden Nacional de Periodistas, FNSI (federación de prensa), USIGRAI y UNIRAI (sindicatos de la RAI) que se declara "junto a todos los profesionales que trabajan en el exterior y que cada día ofrecen lo máximo para lograr un producto de calidad y autenticidad al servicio público".
FNSI y USIGRAI en una nota reafirman: "La información no se realiza con autorizaciones preventivas. La narración de las guerras es siempre difícil y sometida a las más variadas formas de condicionamiento. Amenazar con un proceso penal a quien da noticias es una de estas".
Y agregan: "Las periodistas y los periodistas de todo el mundo exigen, desde siempre, tener garantías de acceso a las zonas de conflicto, en Ucrania como en Gaza y en cada área de guerra, donde más urgente es la necesidad de saber qué cosa sucede".
Para la presidenta de la Comisión de Vigilancia RAI, Barbara Floridia, "es importante reiterar el apoyo y reconocimiento al valor del trabajo, con mayor razón luego de las inaceptables amenazas de muerte que llegaron a las redes sociales contra Stefania Battistini. La prensa no solamente tiene el derecho, sino además el deber de documentar lo que ocurre en aquel territorio, así como en otros en los que el acceso de los periodistas está totalmente impedido".
Cercana a Battistini y Traini, Mariastella Gelmini, senadora y vocera de Acción, que pidió que "el gobierno italiano, en particular la Farnesina, efectúe las debidas verificaciones, para tutelar a los dos periodistas y, más en general, a la libertad de información".
Por su parte, el senador Enrico Borghi, jefe de bancada de Italia Viva, en el Senado, augura que "en viale Mazzini o de las partes de Saxa Rubra ninguno se deje intimidar por un falso recurso de papeles sellados ridículos, que ni siquiera pueden tenerse en cuenta en esa gran tragedia -que hay que contar tal como es-".
El portavoz de Europa Verde y diputado Verde e Izquierda, Angelo Bonelli, subraya: "Si la noticia del proceso penal por parte de Rusia contra los dos periodistas de la RAI se confirma, no hallaremos frente a un hecho grave. Los periodistas hacen su trabajo incluso en zonas de guerra y tienen el deber y el derecho de informar".
"Nosotros desde siempre luchamos por la libertad de información y el derecho de informar aún en los teatros de guerra", agregó el parlamentario.
La RAI (Radio y Televisión Italiana) y, en particular, las redacciones periodísticas planifican sus actividades de forma totalmente autónoma e independiente, dijo la embajadora italiana en Rusia, Cecilia Piccioni, convocada por las autoridades de Moscú por el caso de los periodistas italianos de esa emisora que entraron en la región de Kursk. Lo reportó la Cancillería italiana. La red diplomática tiene la tarea de seguir y proteger a los ciudadanos italianos en cualquier situación, añadió el embajador.
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