Los resultados de la investigación realizada por el ejecutivo comunitario serán enviados a la empresa de Elon Musk para que pueda defenderse.
"X tiene ahora derecho a defenderse, pero si se confirma nuestro punto de vista, impondremos multas y exigiremos cambios importantes", advirtió el comisario digital, Thierry Breton.
Bruselas cree que, en X, las cuentas verificadas con una marca azul en realidad no están verificadas, porque cualquier puede registrarse para obtener ese estatus verificado, lo que representa una práctica engañosa hacia los usuarios.
"X diseña y opera su interfaz para +cuentas verificadas+ con la +marca de verificación azul" de una manera que no corresponde a las prácticas de la industria y engaña a los usuarios", sostiene el comunicado de la Comisión.
"Hay pruebas de malintencionados, sostiene la nota de la Comisión, que abusan de cuentas verificadas para engañar a los usuarios".
La Comisión Europea, policía digital en la UE, también continúa las investigaciones que podrían derivar en dos acusaciones adicionales: difusión de contenidos ilegales y esfuerzos insuficientes contra la manipulación de la información.
Bruselas se mostró preocupada en septiembre por la cantidad particularmente elevada de información falsa publicada en X, tras las pruebas realizadas en varias redes sociales. Un procedimiento preliminar se abrió el 12 de octubre, cinco días después de los ataques terroristas de Hamás en Israel. Luego se inició una investigación formal en diciembre.
La lista de quejas era particularmente larga: escaso número de moderadores, sistema de denuncia ineficaz de contenidos ilegales, mensajes de advertencia insuficientes contra imágenes violentas, son las principales.
Por otra parte, de las investigaciones realizadas se desprendeque la empresa de Elon Musk no respeta la normativa de la UE en materia de servicios digitales, tampoco en lo que respecta a los criterios de transparencia exigidos en relación con los anuncios difundidos a través de su red social.
Paralelamente, el ex Twitter no permite un acceso adecuado a los datos públicos por parte de los investigadores, como prevé la DSA, que entró en vigor el año pasado para proteger a los usuarios de Internet contra contenidos considerados peligrosos En caso de que las acusaciones formuladas en contra de X fueran confirmadas, la Comisión Europea podría llegar a imponer sanciones financieras de hasta el equivalente al 6% del volumen de negocios global anual de la compañía.
Cuando compró Twitter, en 2022, Musk despidió a miles de empleados, lo que diezmó los equipos de moderación, lo que ase ajusta a su visión radical de la libertad de expresión, que rechazan toda forma de censura, aunque asegura que quiere respetar las leyes de cada país.
La DSA de la UE exige que todas las plataformas en línea establezcan un sistema para informar sobre contenidos problemáticos y actúen "con prontitud" para eliminar cualquier contenido ilícito o imposibilitar el acceso a él tan pronto como tengan conocimiento de ello.
Cuando se trata de publicidad, las plataformas deben permitir que cada usuario conozca los parámetros utilizados para dirigirse a ellos, así como los patrocinadores de los anuncios.
Un grupo de 25 actores digitales particularmente influyentes, del que X es miembro, también debe ofrecer a los investigadores autorizados acceso a los datos que alimentan sus algoritmos para poder controlar el cumplimiento de la regulación.
Además de la red social de Elon Musk, otras tres grandes plataformas -TikTok, AliExpress y Meta- son objeto de procedimientos formales por parte de la Comisión Europea, sin haber alcanzado aún el nivel de acusación anunciado hoy contra X.
En abril, TikTok se vio obligada a suspender una función que recompensaba a los usuarios por el tiempo pasado frente a las pantallas, acusada de causar adicción. La red social, cuya matriz es china, es también objeto de otra investigación abierta en febrero por insuficiente protección de los menores.
El sitio de comercio online AliExpress, filial del gigante chino Alibaba, es blanco de críticas desde marzo por la venta de productos peligrosos, como medicamentos falsificados.
Finalmente, en abril y mayo, la UE abrió procedimientos contra las redes sociales del grupo Meta, Facebook e Instagram, a las que acusa de esfuerzos insuficientes contra la desinformación, pero también de provocar adicciones en los niños y de no protegerlos suficientemente contra "contenidos inapropiados".
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