Y esta vez, lejos de Bruselas, la presidenta saliente de la Comisión Europea optó por dar un paso al costado en la alianza con los Verdes, intentando sellar, al menos, los votos de los eurodiputados más conservadores del PPE.
De hecho, en una reunión con la delegación de FI, Von der Leyen subrayó que tiene la intención de desempaquetar el Pacto Verde, haciendo desaparecer la propuesta de los ecologistas, la de un supercomisario para la transición.
La próxima semana, para Von der Leyen, serán los días de la verdad.
La presidenta de la Comisión designada verá uno por uno a los grupos de la mayoría pro-UE y también volverá a reunirse con los Verdes.
Habrá días de negociaciones sobre los temas de la próxima Comisión, sobre las delegaciones que se confiarán a los gobiernos individuales en el Ejecutivo europeo, sobre las principales funciones del propio Parlamento de la UE.
Von der Leyen "nos garantizó que las delegaciones al Pacto Verde se dividirán entre varios comisarios. Nos aseguró que habrá un enfoque moderado en la transición", subrayó el jefe de la delegación italiana, Fulvio Martusciello, asegurando, quizás por primera vez con claridad, los votos de FI para el "bis" de Úrsula.
En las mismas horas, en Bruselas, El Movimiento Cinco Estrellas (M5S) certificó su punto de inflexión y entró oficialmente en la izquierda de la Unión Europea (UE).
La negociación con la izquierda duró sólo 24 horas, y el apoyo de ese sector político italiano fue fundamental para el resultado de la operación, lo que tranquilizó a las demás delegaciones en la cámara sobre el "largo proceso de transformación del Movimiento Cinco Estrellas.
La luz verde de la mesa de izquierda de la UE llegó tras una reunión de más de dos horas, durante la cual los nuevos eurodiputados del M5S, encabezados por el jefe de la delegación, Pasquale Tridico, y apoyados por las salientes Tiziana Beghin y Laura Ferrara, respondieron a las preguntas de los futuros compañeros de grupo.
En el centro de la discusión está la alianza de 2018 con Matteo Salvini y los decretos de seguridad del primer gobierno de Giuseppe Conte.
También fue punzante la pregunta directa del representante de Linke, la ultraizquierda alemana, sobre los insultos de algunos miembros del gobierno de Conte a la capitana Carola Rackete, con quien hoy los eurodiputados del M5S tendrán que dividir el grupo.
Preguntas a las que Tridico y sus compañeros respondieron de manera "satisfactoria", explicó la presidencia de The Left, que dio luz verde a la entrada registrando un "período de seis meses de observación mutua" para probar las convergencias políticas.
La cuestión central de este período, subrayaron fuentes parlamentarias, será la votación en la Comisión a Von der Leyen, sobre la cual la izquierda de la UE pide un no intransigente al Movimiento 5 Estrellas, que votó a favor hace cinco años.
Para el M5S, se trata del final de un limbo que duró siete años: el último grupo europeo del Movimiento fue en realidad el euroescéptico EFD de Nigel Farage, abandonado en 2017, y luego intentó una serie de acercamientos fallidos con el grupo liberal de Alde, el socialistas y, por último, con la familia Verde.
Con la entrada de la delegación de M5S, formada por ocho eurodiputados, el grupo crecía hasta los 47 miembros.
El M5S será la segunda delegación más numerosa después de la de Francia Insumisa.
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