Desde Amiens, ciudad natal de la familia en el norte de Francia, el padre del presidente, Jean-Michel Macron, reveló al diario Le Dauphiné Libéré que su hijo le había hablado de este proyecto dos meses antes de las elecciones europeas del 9 de junio.
"Su decisión de disolver la Asamblea Nacional - explica el padre de Macron, estimado médico del hospital público de Amiens y profesor de neurología en la Universidad de Picardía - no surgió de las elecciones europeas. Me había hablado de ello dos meses antes. Creía, en realidad, que la Asamblea se había vuelto ingobernable." Ahora, quien trajo a Macron al mundo junto con su esposa Françoise Noguès (de la que se separó en 2010) dice temer la llegada al poder de la Asamblea Nacional.
"Ahora bien, si los franceses quieren, tendrán esta experiencia - afirma - y verán los resultados. Es mejor para ellos tener esta experiencia durante dos años en lugar de cinco.
Si RN demuestra en dos años que es absolutamente incapaz de gobernar, sí puede esperar que no llegue más lejos. Eso es un poco lo que me dijo mi hijo dos meses antes de las elecciones europeas".
Jean-Michel Macron no cree en la dimisión de su hijo, ni siquiera "si Francia se volviera ingobernable" con la "cohabitación".
"Sólo espero - añade - que después del final de su mandato en 2027, haga algo diferente de la política".
El padre de Macron, exluminaria del sistema nervioso y de los trastornos del sueño, nunca ha mostrado un entusiasmo especial por el mundo de la política, que considera "destructivo".
Fiel a sus valores, siempre ha preferido observar a su hijo desde lejos: si por un lado dice estar de acuerdo con el 90% de sus ideas, por otro tiene cierta intolerancia hacia todo lo que "sea un poco del espectáculo y de la vida mediática", confiesa a la escritora Anne Fulda en el libro "Emmanuel Macron, un jeune homme si parfait" (Emmanuel Macron, un chico tan perfecto), publicado en 2017 por la editorial Plon.
Después de casarse con su compañera de estudios de medicina, Françoise Noguès, en 1950, Jean-Michel tuvo que afrontar junto con su esposa una experiencia trágica: la pérdida de un hijo, que murió al nacer. El futuro presidente nació más tarde, en 1977, seguido de dos hijos más, Laurent y Estelle, en 1978 y 1984 respectivamente.
Si estos últimos siguieron los pasos de sus padres y se matricularon en medicina, los mayores prefirieron la Facultad de Letras, manteniendo así acalorados debates con su padre, continúa Anne Foulda, "entre la Revolución Francesa, Napoleón, la Segunda Guerra Mundial y Charles De Gaulle".
Ahora parece llamado a escribir él mismo la historia, después de que la convocatoria de elecciones anticipadas fuera considerada una apuesta y que por primera vez corre el riesgo de entregar Francia a los nacionalistas de Rassemblement National, precisamente en el octogésimo aniversario del desembarco de Normandía que liberó a Europa de Nazifascismo.
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