Los votantes deben elegir 577 diputados de la Asamblea Nacional, cada uno de los cuales debe ser escogido de cada uno de los distritos electorales en los que está dividido el país.
Para superar la primera vuelta de mañana y participar en la segunda vuelta del domingo 7 de julio, será necesario superar el umbral del 12,5%.
A partir del lunes comenzarán las negociaciones entre las partes en función del número de enfrentamientos "triangulares" o cara a cara. En el primer caso, el destino de la consulta estará determinado por las opciones de los partidos: rechazo e invitación a sus electores a votar a favor de un contendiente mejor situado, para derrotar al oponente considerado más peligroso.
La gran tensión de este momento político ya ha revelado, en las encuestas, un posible récord de participación con referencia a los últimos años.
Las últimas previsiones hablan de una participación del 66-67%, un número de electores que no se veía en Francia desde 1997. En las elecciones europeas, la participación de los votantes fue del 52%.
Dado que según las estadísticas los enfrentamientos "triangulares" en la segunda vuelta van en aumento, si se confirma esta participación, los partidos a tres bandas se situarán entre 160 y 200, una cifra muy elevada que no desagradaría a la mayoría macronista en dificultades.
Lo que debe impedir que la votación del 7 de julio se convierta en un asunto privado entre la extrema derecha y el Nuevo Frente Popular de Izquierda.
Récord también en el número de delegaciones para votar, solicitadas en su mayoría por personas que ya habían fijado díasde vacaciones en pleno verano y que ya habían vaciado París y la mayoría de las ciudades desde ayer cuando empezó el éxodo estival.
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