Alojarse aquí ya es en sí mismo un viaje a la historia: desde hace más de 150 años, el hotel acoge a estrellas y líderes mundiales, gracias a la privacidad que puede garantizar.
Charlie Chaplin, por ejemplo, se reunió en 1953 con el primer ministro indio, Jawaharlal Nehru, y con su hija, la futura primera ministra Indira Gandhi. Audrey Hepburn se casó con su primer marido, Mel Ferrer, en la capilla del hotel en 1954 e hizo de este destino de lujo su hogar, viviendo en la Villa Bethania del resort.
Sophia Loren también tenía un chalet en Burgenstock, donde hoy se encuentra el restaurante persa, y la reina Ingrid de Dinamarca era una de sus visitantes habituales. Sean Connery se alojó allí durante el rodaje de la película "Goldfinger"' de 1964. Entre los políticos que llegaron aquí se encuentran los primeros ministros israelíes David Ben-Gurion y Golda Meir, el canciller alemán Konrad Adenauer y Jimmy Carter, que permaneció en este lugar antes de convertirse en presidente de los Estados Unidos en 1977.
Nacido de una idea de los socios Franz Josef Bucher y Josef Durrer, el Gran Hotel fue inaugurado en 1873. Adquirido en 2007 por Katara Hospitality, propiedad del fondo soberano de Qatar (el Emir Al Thani, entre los delegados, es, por lo tanto, prácticamente el propietario), ofrece actualmente 360 ;;habitaciones y suites y emplea a 700 empleados.
La delegación ucraniana, a diferencia de cortinas e incrustaciones, instaló una estación junto a la sala de reuniones donde, gracias a cascos de realidad virtual, se puede ver, de forma inmersiva, la destrucción causada por los rusos en las zonas de Bucha e Irpin, siguiendo la historia de una niña, María, cuya familia quedó abrumada por los horrores de la guerra.
Quien quiera podrá llevar cascos, que se han colocado en la zona mixta, precisamente para no comprometer la neutralidad de los suizos (en resumen, las delegaciones no se verán obligadas a vivir la experiencia).
Burgenstock, por otra parte, también tiene cierta experiencia en negociaciones de paz. El gobierno sudanés y el principal grupo rebelde acordaron aquí un alto el fuego de seis meses en 2002, allanando el camino para un acuerdo de paz en 2005.
En 2004 se llevaron a cabo conversaciones a cuatro bandas sobre el plan de reunificación de Chipre, presididas por el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi. Annan. El humo, en aquel caso, fue negro. Kiev espera un mejor resultado.
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