Tras los contactos entre las partes interesadas en el G7, la cita está fijada para el lunes, cuando los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 participarán en una cena informal en Bruselas para desenmarañar la maraña de nombramientos en la UE.
Von der Leyen ocupa más que nunca la primera posición tras el apoyo incondicional expresado por el canciller alemán Olaf Scholz en Borgo Egnazia al margen de la cita del G7. E incluso la reelección de Roberta Metsola -también de los Populares-, como la presidenta del Parlamento Europeo para otro mandato de dos años y medio, parece estar en declive.
Las cosas podrían complicarse a la hora de decidir quién ocupará el asiento de presidente del Consejo Europeo, cuyo nombre más insistentemente se menciona es el del ex primer ministro socialista portugués Antonio Costa. Y quién será el próximo Alto Representante de la UE para la política exterior es otro elemento intrigante. El puesto podría recaer en la primera ministra estonia, Kaja Kallas, para responder a las peticiones de los países del Este y de los liberales. Pero todo está por verse.
Sin embargo, los rumores que llegan desde Bruselas no excluyen la posibilidad de que en estos dos apartados también se incluyan nombres italianos, en primer lugar el de Enrico Letta.
Elly Schlein estaría dispuesta, si se presentase la oportunidad, a impulsar la candidatura del ex primer ministro para ocupar el escaño de los socialistas en la UE. Y Mario Draghi ex premier italiano y expresidente del BCE- también podría retomar el rumbo.
Sin embargo, habrá 27 personas alrededor de la mesa que decidirá y no será fácil lograr un consenso general sobre el paquete de altos cargos sin ampliar las negociaciones a la asignación de carteras importantes dentro de la Comisión Europea. Giorgia Meloni ha dicho claramente que está dispuesta a luchar para que se reconozca a Italia el papel que se merece.
Y de Viktor Orban, ahora rebautizado como "Señor no" en Bruselas, es razonable esperar un tira y afloja para conseguir algo a su favor. Además, será necesario comprobar si la solución de Kallas será suficiente para satisfacer los apetitos de los países del Este, en primera línea del enfrentamiento con Rusia tras la invasión de Ucrania.
Al margen del G7, la dupla franco-alemana, obstaculizada en sus respectivos frentes internos por los resultados de las elecciones europeas, se mostró unida en su deseo de decidir lo antes posible sobre la renovación de los altos cargos. El presidente francés, Emmanuel Macron, quiere cerrar el juego antes de las elecciones nacionales del 30 de junio.
Y Scholz necesita aprovechar el éxito de la reconfirmación de su compatriota como jefa de la Comisión Europea para recuperar terreno tras la bofetada que recibió por el éxito electoral del partido de extrema derecha AfD. Las decisiones sobre las nuevas cumbres de la UE se tomarán "muy rápidamente", aseguró el canciller, y "todo indica que Ursula von der Leyen podrá desempeñar un segundo mandato".
Siempre que la exministra alemna se gane también la confianza de la mayoría de la Cámara Europea, donde miran a los Verdes y no a la derecha, incluida ECR, para asegurar la votación.
Así, el foco de atención estará el lunes, cuando a las 18.00 horas comenzará la cena de los 27 dirigentes. Luego tendrán la oportunidad de renegociar o formalizar sus decisiones en la cumbre de la UE prevista para los días 27 y 28 de junio.
Hasta el 18 de julio, cuando la asamblea de Estrasburgo sería convocada para votar el bis de Ursula.
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