Por la tarde, el primer ministro Bruno Le Maire y el ex primer ministro Edouard Philippe "tendieron la mano" a Los Republicanos que se oponen a la alianza con Asamblea Nacional de Le Pen.
En un clima de gran conmoción, Emmanuel Macron pospuso hasta mañana la rueda de prensa prevista para hoy, aunque descarta su dimisión independientemente del resultado de la votación. Mientras que en la izquierda el acuerdo de presentar candidatos únicos es puesto a prueba por Raphael Glucksmann, tercero en las elecciones europeas y que hoy sigue siendo la principal fuerza de la izquierda con su Place Publique, que plantea condiciones difíciles de cumplir.
La decisión de disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas tomada por el jefe del Eliseo el domingo por la tarde tras los resultados de las elecciones europeas pareció un golpe de teatro, pero las consecuencias parecen aún más explosivas, día tras día.
El anuncio de Ciotti supuso un nuevo shock para Francia: el tabú de la alianza con Le Pen, el muro erigido por De Gaulle y protegido por sus herederos hasta JAxcquez Chirac y Nicolas Sarkozy, se derrumbó en pocos minutos. La propuesta de Le Maire y Philippe a los disidentes es fusionarse en una "nueva mayoría". Así, se avanza hacia el desgarro definitivo de la derecha moderada, ya reducida a menos del 10% de los votos, con una escisión o desautorización del presidente.
En términos de alianzas, parece desvanecida la ultraderecha de Reconquista, de Eric Zemmour y Marion Maréchal con los lepenistas, lo que anoche era un hecho. Del pesar de la sobrina de Marine Le Pen se deduce que fue el partido de su tía el que rechazó el pacto con Zemmour. Se avanza, entonces, hacia una completa recomposición del panorama político en Francia tras el terremoto del domingo, lo que parece corroborado también por frases pronunciadas por Macron en un avión que le llevó ayer de regreso a París. Allí el presidente confió: "Quiero llegar a todos aquellos que están dispuestos a venir a gobernar y trabajar por un radicalismo ambicioso. La decisión que he tomado abre una nueva era".
Por tercera noche consecutiva, la izquierda se encuentra en las calles -especialmente en París, pero se han celebrado manifestaciones en todo el país- para manifestarse contra la extrema derecha. Una cadencia diaria que recuerda a 2002, cuando Jean-Marie Le Pen llegó por primera vez a las elecciones presidenciales y en toda Francia, durante dos semanas, los partidos salieron todas las tardes a las calles para manifestarse en favor del "frente republicano" que luego dio la victoria por el margen más amplio a Jacques Chirac.
Debajo de la sede de Los Republicanos, a la salida de Ciotti, se produjeron enfrentamientos debido a la protesta de un diputado ecologista que gritó "vergüenza" y de algunos jóvenes del sindicato de estudiantes judíos de Francia que protestaron contra la rendición a Le Pen.
La izquierda está trabajando en el acuerdo sobre los "candidatos únicos" alcanzado anoche, aunque a los ecologistas, la Francia Insumisa, los socialistas y los comunistas no se les suma de momento Raphael Glucksmann, el candidato de la izquierda más votado en las elecciones europeas. Plantean cinco condiciones, incluido el "apoyo total a la resistencia ucraniana", lo que no parece automático en la torpeza radical de Jean-Luc Mélenchon.
En la mayoría saliente, la decisión de Macron en las urnas, contra la que también hubo un recurso ante el Consejo Constitucional, provocó numerosos desacuerdos. Edouard Philippe consideró que "no es del todo saludable que el Presidente de la República lleve a cabo una campaña legislativa". Precisamente lo que hará Macron a partir de mañana, cuando en una rueda de prensa lance de modo relámpago la campaña electoral de su mayoría.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA