Y el día después del anuncio del presidente Joe Biden acerca de 60.000 millones en ayudas a Ucrania -que deberán pasar por el examen del Congreso norteamericano- Kiev recibe aseguraciones de la OTAN, "tenemos los recursos suficientes para apoyarlos".
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en tanto, mantuvo una conversación con Recep Tayyip Erdogan para discutir "la próxima ronda de conversaciones de la fórmula de paz en Malta".
El presidente turco anunció que "Turquía participará", un paso importante, según Zelensky, pero es cierto que Ankara "agregará su voz y su posición autorizada".
En la mesa, además la cuestión de la exportación del grano, y el presidente ucraniano que asegura que "no obstante Rusia haya interrumpido la iniciativa del Mar Negro para los cereales, Ucrania sigue comprometida en su rol vital de garante de la seguridad alimentaria global y permite el funcionamiento del corredor del Mar Negro".
A luz del cuadro deteriorado en el Medio Oriente, también de esto hablaron Erdogan y Zelensky, la Alianza Atlántica tranquilizó a Kiev: la OTAN dispone de recursos suficientes para apoyar a Israel en el conflicto con Hamas, pero además para apoyar militarmente a Ucrania en la guerra contra Rusia, dijo el subsecretario general, Mircea Geoana.
"Los 32 países de la OTAN, con Suecia, espero, tienen más de mil millones de personas y más del 50% del PIB global. Son recursos para no distraer la atención de aquello que debemos hacer en apoyo de Ucrania", remarcó Geoana.
"Existen actores, como Rusia" que "estaría reconfortado en observar a Occidente, Estados Unidos y a nosotros dividir nuestra atención entre lo que está ocurriendo en Oriente y en Europa del este, en Ucrania". Pero "ello no ocurrirá", puntualizó.
En el terreno prosiguieron las incursiones rusas en el país.
El balance en las últimas 24 horas es de al menos tres muertos y cuatro heridos. El bombardeo de una zona residencial provocó un muerto y un herido en Kryvyi Rig, la ciudad natal de Zelensky.
Otra persona falleció en un bombardeo en Nikopol, en la ribera del río Dniéper, a 100 kilómetros al este. Y aún más al sur, en la región de Jérson, una serie de ataques provocó un muerto y un herido.
Moscú afirma, en cambio, que rechazó 18 embates, diez de los cuales tuvieron lugar en el distrito de Krasny Liman. Las víctimas entre las fuerzas ucranianas serían unas diez, entre muertos y heridos. Destruidos asimismo 4 aviones militares y varias piezas de artillería.
Una guerra que no parece terminar nunca y podría dejar una estela de sangre también en un futuro de paz. "La semana pasada, los especialistas examinaron y limpiaron más de 260 hectáreas de terrenos agrícolas y otros territorios de objetos explosivos", comunicó el Estado Mayor ucraniano.
Desde el comienzo de la guerra "fueron neutralizados 135.792 artefactos explosivos". Pero no basta, un tercio del territorio todavía hay que recuperarlo, una empresa que se muestra en el límite de lo posible en breve tiempo.
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