La misión se produjo inmediatamente después del anuncio de
Alemania de un paquete de ayuda militar de 2.700 millones de
euros para Kiev, que incluye tanques Leopard, drones de
reconocimiento y sistemas antiaéreos.
"Con este paquete de ayuda tenemos la posibilidad de
protegernos y defendernos. Alemania es el segundo país, después
de Estados Unidos, en ayuda militar, y eso es mucho", dijo
Zelensky en una rueda de prensa junto al canciller Olaf Scholz.
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Ucrania ensaya una contraofensiva para recuperar territorios
conquistados por Rusia en el este del país e intentar llegar a
la frontera con Crimea, península anexada ilegalmente por Moscú
en 2014.
"Ya este año, podremos hacer irreversible la derrota del
agresor", garantizó el presidente. Scholz, por su parte, aseguró
que Alemania mantendrá el apoyo a Kiev "durante el tiempo que
sea necesario", en línea con el tono adoptado por la primera
ministra de Italia, Giorgia Meloni, el pasado sábado.
"Ucrania es parte de nuestra familia europea", dijo el
canciller, recordando la posición que tomó en su visita a la
capital hace un año con Mario Draghi y Emmanuel Macron.
Una pertenencia también subrayada por Ursula von der Leyen y
Matheus Morawiecki en Aquisgrán: "Ucrania lucha por los valores
y por el futuro de Europa", y en Zelensky hay un líder europeo
del que los demás deben "aprender"
Zelensky, sin embargo, sigue pidiendo que Alemania se sume a
una coalición de países para suministrar aviones de combate, una
hipótesis que enfrenta resistencia en Occidente por el riesgo de
una escalada militar con Rusia.
Después de Berlín, Zelensky debe viajar a París, completando
un recorrido por las tres principales capitales de la Unión
Europea.
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