Así lo aseguró Terhi Hakala, representante especial de la UE
para los países de Asia Central, al término de los trabajos de
la mañana en la Farnesina -copresidida junto al vicecanciller
Edmondo Cirielli- de la primera de las dos jornadas del 7º
Conferencia de alto nivel de la UE en Asia Central sobre
cuestiones medioambientales.
Una ocasión, en el que participan unas 130 personas,
organizada para hacer un balance de las políticas en la materia
y -precisó Hakala- para "fijar las prioridades para los próximos
años".
"Sabemos, de hecho -observó- que es muy importante en esta
situación definir necesidades y requisitos frente al cambio
climático, también para las generaciones futuras. No hay tiempo
que perder".
La embajadora también dijo estar "feliz" de comprobar "la
experiencia de Italia y su compromiso en estos temas", en
particular, en la cooperación en el sector del agua con los
países de Asia Central, que "ha sido excelente a lo largo de los
años".
Además, en su opinión, "la continuidad es importante en este
tipo de cooperación e Italia es un representante importante" en
la Unión Europea. También al margen del encuentro, Astrid
Schomaker, directora del sector de diplomacia verde de la
Comisión Europea, subrayó que los problemas ambientales -y entre
ellos la pérdida de biodiversidad y la contaminación- son
señalados precisamente por los propios países de Asia Central
como un problema central sobre el cual enfocarse.
"Necesitamos estas reuniones -observó- para poder discutir
qué hacer".
Sobre todo, "en el sector del agua, la UE y Asia Central
tienen retos comunes", como la gestión del agua y la sequía.
"Como UE, tenemos algo de experiencia en estas áreas que
ponemos a disposición pero también tenemos mucho que aprender",
concluyó.
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