El obispo de Mazara, un municipio de Sicilia en el sur de Italia, afirmó que "no es posible compadecerse demasiado" del capo de la Cosa Nostra, Matteo Messina Denaro, apresado recientemente y víctima de un cánces, a partir de su recorrido delictivo sórdico y cruel que ostenta.
"No es alguien por quien podamos tener demasiada lástima. s alguien que ha matado tanto, derramado tanta sangre, matado a tantos inocentes, el niño (por el pequeño Giuseppe Di Matteo, NDR), no creo que pueda arrepentirse, que quiere hablar", reflexionó el obispo emérito de la diócesis de Mazara del Vallo, monseñor Domenico Mogavero.
Lo dijo esta mañana a la salida de la parroquia Madonna di Fatima de Campobello di Mazara, a pocos pasos del callejón San Vito donde estuvo el escondite del capo mafioso, detenido el pasado lunes.
Desde hace algunas semanas el Obispo ayuda al sacerdote Nicola Patti en las celebraciones religiosas. "Si no hubiera habido tantos silencios por cariño, por amistad o por miedo, lo hubieran detenido antes. En estos ambientes nuestros no se puede decir que no, no por miedo sino por intimidad de una vida vivida juntos", señaló monseñor Mogavero.
"Hoy ganó el estado ahora espero que gane nuestro pueblo, que salgan de la situación de miedo y por fin todos puedan regocijarse nuevamente", añadió.
El prelado sostuvo luego que "salimos a las plazas y expresamos nuestra satisfacción, pero también nuestro no a las mafias ya todos los delincuentes".
"Quién sabe, tal vez hable (Messina Denaro9, porque podría revelar hechos que pueden beneficiar muchas investigaciones", agregó Mogavero, quien como obispo de Mazara del Vallo en 2013 negó un funeral al patrón mafioso local Mariano Agata, jefe de esa organización criminal desde 1970, cuando sustituyó al antiguo jefe Mariano Licari. También fue miembro de "Iside", una de las logias masónicas locales más importantes y, en la década de 1990, los miembros de su clan trabajaron junto con el clan de la 'Ndrangheta de Africo encabezada por Giuseppe Morabito para importar hachís de Marruecos y cocaína desde América Latina.
"No se necesita mucho ánimo, queremos ser consecuentes con el propio ministerio", concluyó Mogavero, visiblemente emocionado.
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