Esta es la radiografía que surge al día siguiente de la segunda vuelta de las elecciones francesas, que dieron al presidente Macron un nuevo mandato de cinco años, después de derrotar, por segunda vez consecutiva, a la líder de la ultraderecha por una distancia menor que en 2017.
El 61 por ciento de los franceses entre 18 y 24 años votó por el presidente, y el 59 de los que tienen entre 60 y 69 años, así como el 71 por ciento de los mayores de setenta. En total, el 68% de los jubilados. Le Pen se impuso entre los votantes de 50 a 59 años, con un 51%, y se derrumbó entre los mayores de 70, entre los que apenas la votó un 29%.
En cuanto al origen político de los votantes, el 65% de los electores del ecologista Yannick Jadot se inclinó por Macron, que centró su campaña en temas ambientales. También recibió un 53% de los votos de Valerie Pecresse, del centro derecha y el 42% de los de la izquierda radical de Jean-Luc Melenchon.
A Le Pen la votó el 93 por ciento de los simpatizantes del movimiento de extrema derecha de Eric Zemmour, Reconquete! y, un fenómeno inesperado, aunque no muy ilógico, el 17 por ciento de quienes votaron el primer turno por Melenchon, tan antisistema como ella.
Las categorías sociales que respaldaron a Macron son las de quienes tienen mayor educación (74%), pero también el 73% de los ejecutivos y solo el 33 de los obreros y el 36 de los desocupados. También lo apoyó el 71% de la clase media y el 79% de los ricos, aunque solo el 35% de los más pobres de la sociedad.
Por el contrario, la candidata de Rassemblement National atrajo el voto de los obreros (67%) y empleados (57%), y solo el 23% de los directivos. La apoyaron el 65% de los más pobres, el 64 de los desocupados y, sobre todo, el 80% de quienes están "insatisfechos" con su nivel de vida. Apenas el 26% de su votantes superó los tres años de estudios.
El resultado superior a 2017 de Le Pen se explica con el alto número de circunscripciones conquistadas, sobre todo en regiones del norte y el sur, además de haber arrasado en los territorios franceses de ultramar y en Córcega. Macron ganó en las grandes ciudades y en las regiones metropolitanas. En París, el presidente electo obtuvo el 85% de los votos, contra el 15% de su rival.
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