"Para que nuestros hijos no conozcan la barbarie, nuestras hijas no estén veladas, para que los franceses se sientan de nuevo como en casa, he decidido postularme a la presidencia de la República", anunció Zemmour a través de una transmisión en directo por Youtube.
"He decidido como ustedes tomar nuestro destino en mis manos", dijo dirigiéndose a los franceses y evocando la Francia "de Juana de Arco y Napoleón", la que "ya no reconocemos".
"Comprendí que ningún político tendrá el valor de salvar al país del trágico destino que le espera. Ya no es el momento de reformar Francia, sino de salvarla", subrayó en su discurso en el que acusó a "todos los gobiernos de derecha y de izquierda" de no haber hecho nada por el país.
"Ustedes no se movieron, sin embargo, tienen la sensación de que ya no están en casa, están exiliados incluso desde adentro.
Durante mucho tiempo pensaron que eran los únicos en verlo, escucharlo, pensarlo ... durante mucho tiempo no se atrevieron a decir lo que veían y ver lo que veían. Ya no reconocen a su país, ese país que buscan por todas partes y que está desapareciendo. No se fueron de supaís, pero es como si su país los hubiera dejado", expresó Zemmour.
Mientras el polemista pronunciaba estas palabras, un vídeo mostraba imágenes de multitudes multirraciales, incidentes durante manifestaciones y asaltos frente a las escuelas.
Como contraparte, desfilaron los rostros de Charles de Gaulle, Juana de Arco, Luis XIV, Georges Brassens, Charles Aznavour, Johnny Hallyday y Brigitte Bardot.
La candidatura de Zemmour provocó hoy la burla del vocero del gobierno francés, Gabriel Attal.
Eric Zemmour "quería hacernos creer que era el Trump francés. Es un Trump ordenado en Wish, esa plataforma de productos falsificados que venden cosas que no funcionan, que son falsas", afirmó en diálogo con la radio Europa 1.
Por su parte, la candidata de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, dijo hoy sobre el discurso de postulación del polemista que se trata de una declaración "crepuscular, que mira hacia atrás".
En diálogo con Sud Radio, Le Pen afirmó que con Zemmor comparte el mismo abordaje nacionalista, pero se mostró escéptica sobre la posibilidad de formar una alianza con él.
"Jamás quise que se uniera a mí. Deseaba que no fuese candidato. Creo que dispersa los votos necesarios para la reactivación del país (...) No aporta nada", sostuvo.
El "fenómeno" Zemmour duró algunas semanas y se desinfló, en parte por sus propios excesos, empezando por un presencialismo televisivo que -a cinco meses de las presidenciales- se le volvió en contra.
También influyeron sus declaraciones intolerantes, de carácter racista, homofóbicas, misóginas y asta antisemita, si bien el ahora candidato es judío.
Se sumó, la semana pasada, la fuga de noticias -y de imágenes- sobre un presunto embarazo de Sarah Knafo, de 28 años, su responsable de comunicación y con quien tiene una relación sentimental.
El fin de semana en el sur de Francia fue "desastroso", incluso según su entorno, con silbidos de los opositores y una reacción descontrolada de Zemmour, que mostró el dedo medio a la multitud que asediaba su auto. Luego, en Twitter, admitió haberse equivocado.
Según los últimos sondeos, el agresivo exeditorialista de Le Figaro terminó en 14-15% de intención de voto, siempre por delante del aún ignoto candidato de la derecha de los Républicains (13% en el mejor de los casos, si es Xavier Bertrand).
En la carrera al Eliseo -para la cual solo se postuló hasta ahora Marine Le Pen (Agrupación Nacional)- el ahora mandatario Emmanuel Macron reuniría el 25% de los votos en la primera ronda y afrontaría el balotaje ya no con Zemmour, como parecía hace algunas semanas, sino con Le Pen, que tiene entre 19% y 20% de intención de voto.
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