A pesar de la lluvia y del tiempo desfavorable, una marea humana ha invadido desde esta mañana gran parte del centro de la capital serbia, dirigiéndose en procesiones desde varios puntos de la ciudad hacia la explanada frente al parlamento y la plaza Slavija, los dos lugares designados para la manifestación.
Ante la llegada de miles de manifestantes desde todos los rincones de Serbia, hay una presencia masiva de agentes antidisturbios, dispuestos a intervenir en caso de excesos, provocaciones y violencia, de los que las autoridades hablaron extensamente en vísperas de la manifestación, afirmando tener pruebas de la preparación de accidentes y enfrentamientos.
Particularmente protegida está la zona del parque donde
están acampados grupos de estudiantes que rechazan las protestas
y piden volver lo antes posible a las aulas y a las clases,
interrumpidas desde noviembre, cuando comenzó el movimiento
estudiantil tras las 15 muertes en el derrumbe de la estación de
Novi Sad.
Desde entonces, el frente de protesta contra el gobierno y
el presidente se ha ampliado, obteniendo el apoyo de otras
categorías de trabajadores: profesores, profesores
universitarios, agricultores con sus tractores, intelectuales,
artistas, trabajadores culturales.
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