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El presidente de México,
Andrés Manuel López Obrador, promulgó la cuestionada reforma al
Poder Judicial, que a juicio de la oposición apunta al
"desmantelamiento del sistema de justicia" en este país, dejando
a su sucesora Claudia Sheinbaum la difícil tarea de afrontar sus
consecuencias.
López Obrador hizo caso omiso a un recurso emitido "in
extremis" por un juez del estado occidental de Colima para que
no publicara esta iniciativa aprobada que reforma varios
artículos de la Constitución, aunque algunos expertos en
jurisprudencia consideran que este "amparo" no se apega a la
Carta Magna por lo que el mandatario no incurrió en desacato.
El expresidente Ernesto Zedillo (1994-2000), que rara vez
suele pronunciarse públicamente sobre algún tema, advirtió que
esta reforma "enterrará la democracia mexicana y lo que quede de
su frágil Estado de derecho".
Zedillo, que en su gestión ordenó el 1 de enero de 1995
cerrar la Suprema Corte y dispuso una reforma en ese organismo,
afirmó que la intención de las enmiendas aprobadas la semana
pasa por el Congreso es "simplemente arrasar con el Poder
Judicial como entidad independiente y profesional".
En una transmisión en vivo a través de redes sociales, López
Obrador en compañía de sucesora Claudia Sheinbaum, que asumirá
el 1 de octubre, firmó el decreto que promulga la reforma cuyo
propósito, dijo, es que "la Justicia llegue a todos" porque "el
pueblo es el que manda".