El italiano Gianmarco Tamberi quedó eliminado en la final de salto en alto de los Juegos Olímpicos de París en la que defendía el oro conquistado en Tokio 2021 y a la que llegó precedido por un cuadro de cólicos renales que obligó a internarlo horas antes de la competencia.
Tamberi falló en su tercer intento por superar los 2,27 metros y se despidió de los Juegos con amargura y lágrimas habiendo dado todo lo que tenía y saludando a un público que lo aplaudió, mientras el qatarí Essa Mutaz Barshim, con quien compartió el oro en la pasada edición, se acercaba para consolarlo.
Mientras el abanderado italiano en la ceremonia de apertura se despedía, Barshim seguía en carrera por el oro al igual que el también italiano Stefano Sottile, que superó los 2,27 metros y luego saltó 2,31 para instalarse en la lucha por medallas de la competencia en la que Tamberi reflejó los problemas físicos que lo aquejaron al superar los 2,22 metros sólo en su tercer intento.
Los Juegos de París se terminaron del peor modo para Tamberi en una competencia presenciada por el presidente franacés, Emmannuel Macron, y por la primera dama, Brigitte, presentes en el Stade de France para "alentar a los deportistas franceses que compiten en las pruebas de atletismo", según informaron fuentes del Palacio Eliseo.
Para Tamberi llegó la hora de hacer las valijas en un día que comenzó convulsionado desde la madrugada, cuando debió ser trasladado en ambulancia a un hospital tras sufrir cólicos renales que lo afectan desde hace días, pese a lo cual se presentó a defender su corona, aunque no en las mejores condiciones.
El propio atleta italiano comunicaba más temprano que había vomitado sangre en dos ocasiones y que soportó dolores durante diez horas por lo que fue derivado a un centro asistencial donde lo sometieron a distintos exámenes y al que arribó acompañado por su esposa, Chiara Bontempi, tras lo cual recibió el alta.
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