Alvaro Malaquias Santa Rosa, conocido como Peixao, ordenó que no hubiera ninguna actividad religiosa este fin de semana en las iglesias católicas de las favelas del Complejo do Israel, en la zona norte de Río de Janeiro, que están bajo el control de su banda de narcotraficantes.
Según denuncias de fieles recogidas por el diario O Dia, el sábado, un nutrido grupo de narcos armados irrumpió en las parroquias de Santa Eduviges, en la favela de Parada de Lucas, y en las de Santa Cecilia e Inmaculada Concepción, de Brás de Pina, y ordenó suspender todas las misas y celebraciones previstas.
Peixão, prófugo con nueve órdenes de arresto pendientes, es un ferviente creyente evangélico. Afiliado al Tercero Comando Puro (TCP), ya había prohibido la profesión de umbanda, candomblé y otras religiones de origen africano en el complejo de favelas.
La policía informó que el operativo de hoy tuvo como objetivo reprimir a las organizaciones criminales de la zona en disputa territorial, así como retirar las barricadas construidas en las favelas para impedir el ingreso de la policía.
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